Varios expertos en resolución de conflictos viajarán al País Vasco (Foto: Reuters)

Varios expertos en resolución de conflictos viajarán al País Vasco (Foto: Reuters)

Carlos Fonseca.- 12/01/2011

Varios expertos en resolución de conflictos, todos ellos europeos, viajarán en las próximas semanas al País Vasco con la intención de mantener contactos con el Gobierno, partidos políticos y organizaciones sociales como primer paso para iniciar la verificación de la tregua “permanente, general y verificable” que ETA hizo pública el lunes. La banda ya pidió el pasado septiembre “a la comunidad internacional” que se implicara “en la articulación de una solución duradera, justa y democrática a este secular conflicto político”. El número y la identidad de los componentes de la comisión se hará pública en los próximos días.

El mediador sudafricano Brian Currin, impulsor de la Declaración de Bruselas, se ha puesto ya en contacto con sus firmantes para conocer su opinión sobre si el comunicado de ETA cumple con la misma. La mencionada declaración respaldaba la apuesta de la izquierda abertzale por las vías exclusivamente políticas y democráticas y reclamaba a ETA “un alto el fuego permanente y completamente verificable”. Dos enunciados que, efectivamente, figuran en la declaración de la banda terrorista.

El visto bueno de lospromotores de aquella iniciativa daría paso a la presentación pública de los componentes de la comisión de verificación, entre los que no figurará ningún firmante de la Declaración de Bruselas, que tendrán que explicar cómo piensan llevar a cabo la misma. Su tarea se enfrenta a un problema inicialmente irresoluble, la negativa del Gobierno a reconocer su tarea. El vicepresidente primero y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, lo ha dejado claro: «En un Estado de Derecho quien verifica son las Fuerzas y los Cuerpos de Seguridad». Algo que ya anticipó el pasado noviembre ante los insistentes rumores de un comunicado de ETA antes de fin de año. «No hacen falta mediadores –dijo entonces el número 2 del Gobierno–, ni los queremos ni los vamos a utilizar, porque uno utiliza una mediación cuando está metido en un diálogo y no es el caso. No hay tal ni lo va a haber».

Currin y el Acuerdo de Gernika

Tampoco Currin cuenta con el beneplácito, no ya del Gobierno, sino de los principales partidos políticos vascos (PNV, PSE y PP). Los peneuvistas han accedido en alguna ocasión a entrevistarse con él; los socialistas han tenido algún encuentro por iniciativa personal de Jesús Eguiguren, y los populares se han negado en redondo a cualquier tipo de contacto.

Lo que no cumple el comunicado de ETA es con el Acuerdo de Gernika (suscrita por la izquierda abertzale, EA, Aralar y Alternatiba entre un total de 25 organizaciones políticas, sindicales y sociales), que reclamaba a la banda una tregua, además de permanente y verificable, unilateral; es decir, la renuncia a pedir contrapartidas a cambio de su decisión de dejar de matar. De esta manera viene actuando la izquierda abertzale, que ha seguido dando pasos al margen del encarcelamiento de líderes como Arnaldo Otegui. A cambio del término “unilateral” la banda recurrió al de “general”.

La izquierda abertzale ha restado importancia a este detalle, pero no así Aralar, que recuerda a la banda que, aunque en su comunicado menciona el Acuerdo de Gernika, debe cumplirlo “en sus propios y estrictos términos, incluida launilateralidad. Este es un tema pendiente que falta en el comunicado y quedeberá ser necesariamente subsanado para garantizar la credibilidad plena y eficacia completa de lo anunciado”.