El desfile se inició con el homenaje a la bandera de España y a los caídos.


20070604101749.jpgPALOMA CERVILLA

04-06-2007-ABC

Un grito de ¡«Viva España!», en el momento en el que la bandera roja y gualda era izada en el mástil central de la Avenida de los Peregrinos de León, que salió de entre las más de cien mil personas que asistieron ayer al acto central del Día de las Fuerzas Armadas, abrió el desfile militar que se celebró en esta ciudad castellana. Un desfile militar que es el segundo en importancia, después del que tiene lugar el 12 de octubre para conmemorar el Día de la Fiesta Nacional.

La tierra del presidente del Gobierno se volcó en una jornada en la que, una vez más, contó con la ausencia de José Luis Rodríguez Zapatero que, a pesar de llevar el desfile a la ciudad en la que vivió y con la que se siente identificado, no quiso romper su tradición de no participar en este acto de carácter militar.

Pero la ausencia del presidente fue suplida por la presencia de esas más de cien mil personas, ciento diez mil según datos de la Subdelegación del Gobierno, que acompañaron a Sus Majestades los Reyes y a Su Alteza Real el Príncipe de Asturias en este acto central que cerró el Día de las Fuerzas Armadas.

Al mediodía se inició la parada militar con la llegada de los Reyes y de Don Felipe, que fueron recibidos por el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, y el jefe del Estado Mayor de la Defensa, Félix Sanz Roldán. Además, entre otras autoridades, estuvieron presentes el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, y el alcalde de la ciudad, Mario Amilivia.

Después de pasar revista a las tropas, Don Juan Carlos, con uniforme de capitán general del Ejército de Tierra, Doña Sofía y el Príncipe de Asturias, éste con uniforme de comandante del Ejército del Aire, accedieron a la tribuna desde donde presidieron el desfile, después de pasar revista a las tropas que les rindieron honores
El desfile se inició con el homenaje a la bandera de España y a los caídos, un emotivo momento ya que, mientras un soldado del mando de Artillería de Campaña y otro del Ejército del Aire depositaban una corona de laurel y sonaba el himno militar «La muerte no es el final», la patrulla Águila surcó el cielo de León dibujando la bandera de España.

A continuación se inició el desfile aéreo, en el que participaron 45 aeronaves y que despertó el entusiasmo del público congregado en la ribera del río Bernesga, junto a la Avenida de los Peregrinos. Entre las aeronaves que tomaron parte hay que destacar los tres helicópteros «Tigre» del Ejército de Tierra, que desfilaron junto a dos helicópteros «Chinook».

El desfile aéreo dio paso a la presencia de las unidades de tierra, un total de 1.750 militares y 60 vehículos de todo tipo. Como novedad de este año, los Reyes, el Príncipe y las autoridades civiles y militares que asistieron al desfile pudieron ver tres vehículos que transportaban el avión aéreo no tripulado (UAV). Igualmente, desfilaron varias unidades de la Unidad Militar de Emergencia.

Como es tradicional, el desfile, que finalizó a las trece horas, lo cerraron los legionarios y la Guardia Civil, los más aplaudidos, y el Grupo de Regulares de Ceuta y Melilla.

Tras el desfile, los Reyes ofrecieron una recepción en el Parador de San Marcos, en el que el ministro de Defensa, en el brindis oficial, agradeció «de todo corazón» el «extraordinario» comportamiento de la ciudad.