Bajo el argumento de que la Generalitat «no puede aceptar que el Gobierno no aplique el Estatut» ni que «el Tribunal Constitucional (TC) tenga ninguna legitimidad para cuestionar el Estatut», Òmnium Cultural llenó ayer la Sala Gran del Teatre Nacional de Catalunya (TNC) -unas 900 personas- con el apoyo Carod-Rovira y Artur Mas


omnium.gif

26-6-2008 – ABC (EDICIÓN CATALUÑA)

IVA ANGUERA DE SOJO. BARCELONA.

Bajo el argumento de que la Generalitat «no puede aceptar que el Gobierno no aplique el Estatut» ni que «el Tribunal Constitucional (TC) tenga ninguna legitimidad para cuestionar el Estatut», Òmnium Cultural llenó ayer la Sala Gran del Teatre Nacional de Catalunya (TNC) -unas 900 personas- con el apoyo del vicepresidente de la Generalitat, Josep Lluís Carod-Rovira, y el líder del principal partido de la oposición, Artur Mas. La entidad, que entre 2007 y 2009 recibirá 2,7 millones de euros en subvenciones del departamento de Carod, justificó la convocatoria del acto para dar «un toque de atención» a unos partidos «absorbidos por sus congresos» para reclamarles una «respuesta unitaria» ante el TC.

Horas antes del acto, el portavoz de turno de la Generalitat, el socialista Joaquim Nadal, estrenó nueva fórmula para explicar las discrepancias en el seno del tripartito en cuestiones básicas al afirmar que «el Govern no envía a nadie», pero Carod-Rovira «va como vicepresidente» puesto que su cargo como número dos del Gobierno catalán es indisociable de su actividad pública.

Una fórmula que permite imaginar la incomodidad del presidente de la Generalitat, José Montilla, ante la presencia de Carod en el acto. Éste no podía permitir que el nuevo presidente de ERC, Joan Puigercós, protagonizara en exclusiva la primera fila de la reivindicación, habida cuenta de la lucha que mantienen por el liderazgo en su partido.

Las ausencias

Casi tan destacadas como las presencias fueron las ausencias en el acto convocado por Òmnium. El TNC no acogió a ningún representante del PSC -incómodo con el apoyo de sus dos socios de gobierno al acto-. Pero más llamativa todavía fue la ausencia de representantes de Unió Democràtica, en un acto en el que el presidente de la federación de CiU, Artur Mas, sí buscó un papel protagonista para contrarrestar la masiva presencia de dirigentes de Esquerra.

El portavoz de CiU en el Parlament, Oriol Pujol, no quiso valorar la ausencia de sus socios, pero aseguró que ante una hipotética sentencia negativa del TC sobre el Estatuto CiU actuará como «un único bloque». No obstante, convergentes y socialcristianos han mantenido hasta ahora posiciones dispares al respecto.

El líder de CDC y presidente de CiU, Artur Mas, instó al TC a «ahorrarse» la sentencia del Estatuto y le avisó de que, si lo recorta, propondrá al pueblo catalán una consulta para que se pronuncie sobre si acepta o no un texto «desnaturalizado». Entonces, el líder de Unió, Josep Duran Lleida, se desmarcó de sus socios: «Yo me he negado siempre y sigo negándome a abrir cualquier eventual escenario ante una hipotética sentencia negativa del Estatut. De mi boca no saldrá ninguna palabra que contemple escenarios diferentes al de la constitucionalidad». El socialista Joan Ferran afirmó no estar de acuerdo en que «se presione a los estamentos judiciales» y expresó su confianza en la «plena constitucionalidad» del texto.