‘Si Cataluña es una nación, si tiene que saber actuar como estado, ¿cómo puede silenciar su representación principal y mayoritaria en las instancias determinantes para el devenir de nuestro autogobierno?’, se pregunta.
Redacción

Ernest Maragall, consejero de Educación en funciones (Foto: PSC).
Jueves, 2 de diciembre de 2010 | El consejero de Educación en funciones y miembro de la ejecutiva del PSC, Ernest Maragall, ha planteado este miércoles, de nuevo, la creación de un grupo parlamentario diferenciado del PSOE en el Congreso.
A través de un mesaje de twitter, Maragall ha instado a ‘que empiece el debate’, tras la debacle en las elecciones de este domingo, y ha remitido a un ensayo que escribió este verano, cuyos argumentos considera ‘vigentes’.
Las ‘limitaciones’ de no tener ‘grupo propio’
El artículo en cuestión señala que el PSC está sometido a ‘la presión’ generada por ‘las limitaciones y efectos derivados del modelo de relación PSC-PSOE’ vigente desde 1982. ‘La contradicción de fondo entre la aspiración gobernar Cataluña como expresión del catalanismo progresista y la pertenencia sin derecho a voz y voto al proyecto queridamente compartido con el socialismo español, aparece con toda su intensidad. Todavía más cuando se trata de encabezar, desde la imprescindible unidad catalana, la respuesta del país a la situación crítica para nuestro autogobierno causada por una sentencia inaceptable del TC‘, indica.
Así, según Maragall, ‘la formación de grupo propio no es sinónimo de ruptura y enfrentamiento con el socialismo español’, sino de ‘libertad para definir posición propia y para defenderla abiertamente en todo aquello que afecte al interés específico de Cataluña’.
‘Si Cataluña es una nación, si tiene que saber actuar como estado, ¿cómo puede silenciar su representación principal y mayoritaria en las instancias determinantes para el devenir de nuestro autogobierno?’, se pregunta. Y él mismo responde: ‘El argumento de la eficiacia y la capacidad de influir en mejores condiciones desde el interior del grupo único español es casi ofensivo‘.
El independentismo, ‘plausible’
Maragall también profundiza en otras reflexiones, como que ‘Cataluña está en construcción‘, ya que ‘es un país viejo que busca quién y cómo tiene que ser en un nuevo contexto local y global’. Y reconoce la importancia del independentismo catalán que, a su juicio, ya no es ‘la aspiración utópica de una minoría significativa’, sino que ‘merece la consideración de orientación estratégica plausible para nuestro país si no se modifican apreciablemente algunas pautas de comportamiento en la relación Cataluña-España‘.
El dirigente socialista critica la propuesta de concierto económico de CiU que, ‘a conciencia de la imposibilidad práctica del concepto’, califica de ‘intento de matar del todo el Estatuto y de hacer olvidar su protagonismo y responsabilidad en aquel proceso de aprobación’.
El ensayo de Maragall insiste en el carácter nacional de Cataluña, reivindica el Estatuto de 2006 como ‘un derecho inalienable’, que ‘nos tiene que dar perfil propio en Europa y en el mundo los próximos 50 años’, y cuyo ‘nivel de autogobierno’ debe consolidarse ‘sin ninguna renuncia ni concesión’ frente a ‘la voracidad reguladora de la Administración Central que ha caracterizado los últimos 25 años (¡basta de reales decretos y de órdenes ministeriales que contradigan y anulen leyes catalanas!)’.