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Los equipos de rescate han encontrado uno de los cadáveres de los dos personas desaparecidas en el atentado de ETA en la T-4 de Barajas el día 30 de diciembre. Se trata de Carlos Alonso Palate, de 35 años, cuyo vehículo era el más alejado de la furgoneta bomba. Carlos Palate ha sido localizado dentro de su automóvil, que se encuentra sepultado bajo gran cantidad de escombros que deben de ser previamente retirados para acceder al coche. Los bomberos del Ayuntamiento de Madrid y la Policía Científica lograron localizar el vehículo tras realizar un pequeño orificio entre los escombros, a través del cual pudieron observar que también se encontraba el cadáver. Cuatro días después del atentado, Zapatero adelantó a este mismo miércoles la visita a los familiares de las víctimas prevista para este jueves tras el hallazgo del cadáver.

L D (Agencias) Según informaron a EFE fuentes de Emergencias Madrid, los equipos de rescate localizaron el cuerpo sin vida de Carlos Alonso Palate a las 18.45 horas de este miércoles. Debido a la gran cantidad de escombros, los bomberos del Ayuntamiento de Madrid y la Policía Científica lograron localizar el vehículo tras realizar un pequeño orificio, por el que vieron que también se encontraba el cadáver de esta persona desaparecida tras el atentado del pasado sábado.

Carlos Alonso Palate quedó sepultado entre los escombros del módulo D del aparcamiento de la T-4 del aeropuerto de Barajas tras la explosión de la furgoneta-bomba con la que ETA rompió el pasado sábado el «alto el fuego permanente», decretado hace nueve meses. Palate se encontraba desaparecido desde ese momento al igual que otro compatriota, Diego Armando Estacio, de 19 años, que aún está siendo buscado por los equipos de rescate, junto al coche en el que se encontraba, entre los escombros del aparcamiento.

El vehículo en el que se encontraba Carlos Alonso Palate, no ardió y estaba en el mismo lugar donde estaba aparcado, por lo que no fue desplazado por la onda expansiva, según los datos facilitados por Emergencias Madrid. El coche se encontraba en la plaza número 423 de la planta cero del módulo D del aparcamiento de la Terminal 4 de Barajas. En estos momentos, dos grúas está retirando los escombros y amasijos de hierro entre los que ha quedado sepultado el vehículo para tratar de sacar el coche y el cadáver.

También está previsto que acudan próximamente al aeropuerto el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno, que se encuentra esta semana de guardia, acompañado del fiscal Vicente González Mota para hacerse cargo del levantamiento del cadáver, informaron a EFE fuentes jurídicas.

Zapatero adelanta su visita los familiares de las víctimas

En un principio, fuentes de Moncloa anunciaban este miércoles que Zapatero había decidido visitar este jueves la Terminal 4 de Barajas y mantener un encuentro con las familias de los dos jóvenes ecuatorianos que permanecían desaparecidos. Pero tras conocerse el hallazgo del cuerpo sin vida de Palate, Zapatero ha adelantado su visita y se ha deplazado a última hora de la tarde de este mismo miércoles al hotel Auditorium para visitar a la familia de Palate, y a la de Diego Armando Estacio, que sigue desaparecido.

Además, el jefe del Ejecutivo ha decidido suspender el viaje que este jueves tenía previsto realizar a Murcia, así como la visita que iba a hacer a las 08:20 a la zona del aeropuerto de Barajas donde ETA colocó el pasado sábado la furgoneta-bomba.

Durante los cuatro días que han transcurrido desde el atentado, mientras Zapatero disfrutaba de su largas vacaciones en Doñana, numerosos dirigentes políticos como Mariano Rajoy, Esperanza Aguirre, Rubalcaba, López Aguilar, Caldera o Ruiz Gallardón ya se han interesado por las labores de desescombro y han expresado en persona su solidaridad a los familiares de los dos desaparecidos.
El mayor de cuatro hermanos y sustento de la familia

Palate era natural de San Luis de Picaihua, al suroeste de Ambato (Ecuador), soltero y tenía dos hermanos y una hermana que residen en el país americano. Él era el mayor de los cuatro y según sus familiares, se había convertido en el sustento de la madre, los hermanos y los sobrinos y aspiraba a ahorrar el dinero suficiente para comprar una casa en su país de origen.

Vivía desde hacía cinco años en Valencia, la misma ciudad en la que también reside su tío Carlos y donde trabajaba en una fábrica de plásticos de la localidad de Torrente. Antes de trasladarse a España en 2002, había trabajado como obrero en la fábrica Vestetexa, según el periódico ecuatoriano Hoy. Este mismo medio informaba este miércoles de que la madre del joven, ciega, de 61 años, describía a su hijo como «muy cariñoso y bien responsable». En cuanto a su padre, murió hace un año de un infarto, mientras trabajaba como albañil.

El pasado sábado 30 de diciembre, Carlos Alonso Palate había acudido al aeropuerto de Madrid-Barajas con un amigo para recoger a la madre de éste. Se encontraba descansando en el coche cuando estalló la furgoneta bomba de ETA y esta tarde su cuerpo ha sido localizado dentro del vehículo.