LIBERTAD DIGITAL


Que la banda terrorista se encuentra escasa de fondos es algo conocido por la mayoría de Fuerzas y Cuerpos de seguridad del Estado. Pero aunque algunos como Arzalluz crean que esto supone la antesala a la disolución de la banda, la realidad se empeña en demostrar lo contrario. Los terroristas ni están desarmándose, ni buscando la disolución: sólo están cambiando la estrategia para seguir reuniendo fondos económicos con los que aumentar su militancia.

Así lo constata ABC, que publica los indicios que los Cuerpos de seguridad el Estado tienen en torno a los últimos movimientos de la banda, y que aseguran que ETA está vendiendo armas en el mercado negro internacional. El objetivo es recaudar fondos con los que sobrevivir en tiempos de «alto el fuego», y tratar de llenarse los bolsillos ahora que han reducido la extorsión a los empresarios.

Además de armas, los terroristas han vendido sustancias químicas para confeccionar explosivos y tarjetas de identidad vírgenes para falsificar documentos; todo ello robado durante los últimos años en Francia. La Policía sospecha que entre el material que los terroristas han puesto a la venta se encuentra una gran parte del arsenal que robaron en la armería de Vauvert, el 23 de octubre de 2006.

Durante los últimos años ETA ha perpetrado decenas de robos de todo tipo de materiales: sustancias químicas para la fabricación de explosivos, vehículos… La mayoría no han sido hallados en los zulos de los terroristas, por lo que se sospecha que ya estén circulando en el mercado negro internacional.