20060305102542-3.jpgArnaldo Otegi proclama la derrota final de la transición española

Santiago Abascal

Lo curioso es que cuando proclamó cercana su victoria, estaba libre, y cuando la ha proclamado ya realizada, está preso. Pero es que la partida no se jugaba en el País Vasco.

3 de abril de 2006. «Hemos derrotado a la transición política española». Así de seguro se mostraba Arnaldo Otegi en la entrevista publicada por Gara mientras el «vencedor» dormitaba en prisión.

Reflexionemos: ¿qué ha cambiado para que Otegi dijera a los suyos hace unos meses aquello de «vamos ganando», y ahora les proclame que ya se ha hecho efectiva la derrota del enemigo?

Otegi estaba libre con aquel profético «vamos ganando» y, sin embargo, está preso cuando dice haber vencido al enemigo. No parece que el estado de ánimo, o las circunstancias personales se encuentren tras el cambio de parecer del líder terrorista preso al que alababa el otro día ZP colocándole como paradigma de pacifistas. Pero no divaguemos.

No parece lógico pensar que la declaración de «alto el fuego» etarra tenga relación con las sensaciones de victoria de Otegi. Porque lo que los suyos han hecho, por ahora, ha sido anunciar el «cese de las hostilidades» y no proclamar la victoria definitiva.

Tampoco la situación de los terroristas presos ha variado por el momento, ni ha obtenido la independencia la gran «Euskal Herria» por la que ETA liquida al disidente. Ni siquiera se ha reconocido aún el supuesto derecho de autodeterminación de los vascos.

¿Qué ha cambiado entonces en las últimas semanas? ¿De qué se alegra Otegi? ¿ Por qué sonríe la ETA? ¿De qué victoria se apropian? El Estatuto de Cataluña es la victoria anticipada de ETA, es la ruptura de la soberanía nacional, y podría ser el «inicio del principio del fin» de la Nación española.

El escenario de los últimos meses es nítido y la relación de las acontecimientos es evidente. De la visita a Perpiñán, Carod-Rovira se trajo la tregua anticipada para Cataluña. Veinticuatro horas después del encuentro oscuro, entre Mas y Zapatero, que desbloqueó el Estatuto de Cataluña, Otegi barruntaba ya la victoria: «Vamos ganando», proclamó en Baracaldo. Veinticuatro horas después de la aprobación del Estatuto separador en la Comisión Constitucional del Congreso llegó el «stop» terrorista para toda España. Y veinticuatro horas después de la aprobación definitiva del texto en la sesión plenaria de un Congreso de los Diputados usurpador de la soberanía nacional, Otegi ha osado adelantar su propia victoria: «Hemos derrotado a la transición política española»

Un 40% de españoles, según El Mundo, ya lo ven, pero ¿cómo es posible que algunos duden todavía de que ETA ha tutelado el proceso de ruptura de España iniciado con el Estatuto para Cataluña? Desgraciadamente las cosas están claras, y nos las dicen claras. No hay mayor ciego que el que no quiere ver. Ni mayor sordo que el que no quiere oír… a Otegi.