De forma que el castellano sólo sea utilizado por aquellos invitados o contertulios que desconozcan la lengua catalana.


20070711110144.jpg11-07-2007-La Razón

Palma de Mallorca- El nuevo Gobierno de Baleares, liderado por el socialista Francesc Antich, pretende que la lengua vehicular de los medios de comunicación públicos autonómicos (IB3 Radio y Televisión) sea el catalán, de forma que el castellano sólo sea utilizado por aquellos invitados o contertulios que desconozcan la lengua catalana. Así, se dará cumplimiento a la Ley de Normalización Lingüística, que establece que «el catalán debe ser la lengua usual en las emisoras de radio y televisión de titularidad de la Administración autónoma». Además, el acuerdo de gobernabilidad alcanzado entre el PSIB-PSOE, UM y el Bloc por Mallorca (PSM, EU-EV y ERC) contempla el «estricto cumplimiento» de esta normativa, así como el impulso de la industria del doblaje para las series y las películas que se emitan en la televisión autonómica.

La portavoz del PP en el Parlamento balear, Rosa Estarás, considera que «no es bueno» catalanizar los medios, ya que deben defenderse las modalidades lingüísticas del archipiélago, es decir, el mallorquín, el menorquín, el ibicenco y el formenterense. Estarás apuesta por el bilingüismo y no cree que «arrinconando» al castellano «ayude a aumentar nuestras señas de identidad». Así, sostiene que la lengua vehicular en IB3 debe ser la propia de Baleares, con sus diferentes modalidades, aunque «si hay alguien que habla castellano no pasa absolutamente nada, ya que responde a la normalidad de las islas».

«Sin extremismos»

Por su parte, el portavoz socialista en la Cámara, Antoni Diéguez, sostiene que «lo normal» es que en el ente autonómico se emplee el catalán, «tal como lo dispone la Ley de Normalización Lingüística», pero precisó que esta normativa se debe aplicar «sin extremismos ni talibanismos». En esta línea, recalca que en la radio y televisión públicas de las islas «no se tiene que llevar a cabo una política de exclusión» al castellano, sino de «normalización y sin enfrentamientos».