El Mundo

El Tribunal de Caldas da Rainha (Portugal) celebra la sesión final del juicio al supuesto miembro de ETA Andoni Zengotitabengoa, detenido en 2010 y acusado de montar en suelo luso un almacén de explosivos para cometer atentados.

Funcionarios del juzgado, situado a unos 100 kilómetros al norte de Lisboa, confirmaron que el tribunal retomaría este martes el juicio «sin más retrasos», después de que el 27 de octubre se aplazase la última sesión por una huelga de funcionarios de prisiones.

La vista se destinará a escuchar los alegatos finales de la defensa y la Fiscalía, y está previsto que el juicio, en el que se revelaron los planes de la organización terrorista ETA para contar con una base en Portugal, quede visto para sentencia, según las mismas fuentes.

El paro de los funcionarios penitenciarios impidió el mes pasado el traslado al tribunal del acusado, en prisión preventiva desde marzo de 2010 en la cárcel de alta seguridad de Monsanto (Lisboa).

Ese aplazamiento alargó una vez más un juicio que dura más de dos meses, desde el pasado 13 de septiembre, y que ha tenido que ampliarse debido al gran número de testimonios, un total de cuarenta, y a los minuciosos interrogatorios realizados por la defensa.

Durante las cinco sesiones celebradas, la Fiscalía llamó a declarar a más de una treintena de testigos, entre ellos comerciantes, empleados de inmobiliarias, policías y vecinos de la urbanización de Obidos, donde fue encontrado el arsenal con una tonelada y media de sustancias explosivas el 4 de febrero de 2010.

Varios de ellos identificaron en la sala a Zengotitabengoa y en fotos a Oier Gómez Mielgo, detenido en Francia el pasado abril, como los inquilinos del chalet de Obidos donde fue encontrado el arsenal, tras la huida precipitada de la pareja poco después de toparse con un control rutinario de carretera de la Policía lusa.

Según los informes de la Fiscalía, ambos organizaron el aparato logístico de ETA en Portugal desde finales de 2008 y montaron en suelo luso uno de los mayores depósitos de explosivos incautados a la organización terrorista en toda su historia.

Testigos
Durante el juicio, la defensa optó en principio por no llamar a ningún testigo, pero al avanzar el proceso pidió al tribunal una decena de testimonios, la mayoría de ellos de policías y vecinos que intervinieron de forma directa o indirecta en el hallazgo de los explosivos.

José Galamba, defensor del acusado, hizo esos requerimientos, -según comentó a los periodistas- para evidenciar posibles irregularidades en las investigaciones realizadas en el chalet, como la presencia de agentes sin autorización, que podrían sustentar una anulación de pruebas.

En su última solicitud, la defensa pidió cuatro testigos más, entre ellos el responsable de la unidad policial de lucha contra el terrorismo y la delincuencia organizada en Portugal, pero la petición no se consideró fundamentada.

Durante el juicio, varios expertos sacaron a la luz detalles sobre la peligrosidad del material encontrado en la vivienda, incluidos varios artefactos listos para explotar, que podría haber destruido los alrededores de la casa con una onda expansiva de 500 a 600 metros.

Además, informes de la Policía Judicial portuguesa divulgados durante el proceso revelaron que las actividades de ETA en suelo luso se remontan a 2007, cuando empezaron a alquilar vehículos que después utilizaron en varios atentados en España.

El hallazgo del arsenal de Obidos se produjo un mes después de que otros dos acusados de pertenecer a la organización terrorista, Garikoitz García Arrieta e Iratxe Yáñez Ortiz de Barrón, fueran detenidos en Portugal tras huir, en enero de 2010, de un control español. La Policía lusa cree que intentaban trasladar una furgoneta con materiales para fabricar explosivos al almacén montado en Obidos por Zengotitabengoa y Gómez Mielgo.

La Justicia portuguesa entregó a España el año pasado a García Arrieta y Yáñez y aceptó hacer lo mismo con Zengotitabengoa, pero cuando haya respondido por los delitos que se le imputan en este país.