Zapatero recibe abucheos y silbidos pese a escudarse en el Rey.
12-10-2007-El Semanal Digital
La maniobra trazada por el presidente del Gobierno y sus asesores con el fin de evitar los silbidos de años anteriores no ha dado fruto. Zapatero volvió a recibirlos en el peor momento.
12 de octubre de 2007. Los Reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía y los Príncipes de Asturias llegaron a las 10.30 horas a la madrileña Plaza de Colón para presidir junto al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el desfile con motivo de la Fiesta Nacional, en el que participaron más de 4.700 militares, 205 vehículos y 86 aeronaves.
A diferencia de las dos ediciones anteriores, en las que el jefe del Ejecutivo fue recibido en una tribuna de invitados con abucheos y silbidos, en esta ocasión accedió a la Plaza de Colón, acompañado por su mujer, Sonsoles Espinosa, por uno de los laterales e hizo su aparición en el momento en el que llegaron los Reyes.
En las tribunas de invitados se hallaban a estas horas los presidentes de diferentes Comunidades Autónomas, excepto el lendakari, Juan José Ibarretxe, el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, y el presidente de la Región de Murcia, Ramón Luis Valcárcel.
Tras su llegada, Don Juan Carlos, ataviado con el uniforme de capitán general del Ejército de Tierra, recibió los protocolarios honores de ordenanza por parte de un batallón de la Guardia Real y pasó revista a la fuerza.
Posteriormente, Su Majestad, acompañado por la Reina Doña Sofía, el Príncipe Don Felipe -que vestía el uniforme de capitán de Corbeta de la Armada- y la Princesa Doña Letizia saludaron a las autoridades militares y civiles y se incorporaron a la tribuna de autoridades, en la que les esperaban los miembros del Gobierno, excepto la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona.
Por parte del PP se encontraban en las tribunas de autoridades el presidente del partido, Mariano Rajoy, y los portavoces del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso y el Senado, Eduardo Zaplana y Pío García Escudero, respectivamente.
La llegada de la Familia Real dio paso al comienzo del desfile con el izado de la bandera, portada por un paracaidista, y el tradicional homenaje a los que dieron su vida por España.
Las principales novedades de la parada militar este año fueron la participación de un avión AWACS de la Flota de Alerta Temprana de la OTAN y el homenaje a la Fuerza Interina de Naciones Unidas, representada por su comandante, el general italiano Claudio Graziano, y por los abanderados de los 28 países que la integran, encabezados por la enseña de Naciones Unidas, que estuvo acompañada por la de Estados Unidos, en calidad de país anfitrión de la organización multinacional.