Luis María ANSON
No se trata de una especulación periodística. No se trata del despropósito de un profesional de la comunicación. Ciertamente vengo insistiendo desde hace años en que el llamado “proceso de paz”, auténtico proceso de rendición, negociación política de tú a tú entre el Gobierno y Eta, tenía características que se podían tipificar como delito de colaboración con banda armada. La publicación reciente de algunas actas confirmaba la idea tantas veces expuesta en estas columnas, pero se trataba para muchos de la opinión de un periodista.
Ya no. La Audiencia Nacional ha decidido que el chivatazo del caso Faisán debe ser juzgado como colaboración con banda armada. Se terminó la especulación periodística. Han hablado los jueces y han confirmado lo que desde hace mucho tiempo adelanté en esta sección. Estamos ante un posible delito de colaboración con banda armada. Sería absurdo reducirse a los policías que lo ejecutaron. El delito se eleva hasta las alturas y concierne de forma directa al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Se terminaron los interrogantes. Los jueces pueden decidir que el presidente dadivoso haga frente a sus responsabilidades.
¿Estaba detrás o no, Zapatero de la orden por la que se produjo la colaboración con banda armada? ¿Conocía o no, Zapatero que la negociación política con Eta había derivado en una colaboración con la banda, hasta el punto de que se daba un chivatazo para que la policía no encontrara a los etarras cuando se disponía a detenerlos? ¿Se procesará o no a Zapatero por ese presunto delito? El sagaz lector de El Imparcial sabrá responder a estas preguntas de forma nítida.
Luis María ANSON
de la Real Academia Española