La Comunidad tendrá competencias de gestión y desarrollo normativo.
30-11-2006-ABC
VALLADOLID. Tras año y medio de negociaciones silenciosas entre PP y PSOE, las Cortes regionales de Castilla y León aprobaron ayer la propuesta de reforma del Estatuto de Autonomía, que el próximo día 5 se registrará en el Congreso para su aprobación definitiva.
Una norma que obtuvo el mayor apoyo recibido hasta ahora en un parlamento autonómico (78 votos a favor y sólo uno en contra, el de la Unión del Pueblo Leonés) y que ha buscado desmarcarse de lo que se ha aprobado en otras comunidades: se define como Comunidad histórica y no se reservan porcentajes de inversión.
En cuanto al aspecto más relevante de la reforma, como es la petición de la gestión de la Cuenca del Duero, el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, aseguró ayer que la fórmula plasmada en la norma está «cargada de posibilidades». En este sentido, recordó que se mantiene el papel del Estado en la planificación de las aguas.
«No blindamos los ríos»
«Castilla y León no blinda sus ríos y no prohíbe ceder agua sobrante a otras comunidades», subrayó el presidente, que reiteró que la Comunidad tendrá competencias de gestión y desarrollo normativo, pero reconoce el papel del Estado en la planificación global de los recursos hídricos, y recordó que será escuchada en decisiones tan importantes como los trasvases de aguas.
Así, la proposición de ley recoge que la Comunidad tiene «competencia exclusiva», cuando las aguas discurran íntegramente dentro del territorio de Castilla y León -el 98 por ciento del Duero pasa por esta región-, en materia de «proyectos, construcción y explotación de los aprovechamientos hidráulicos, canales y regadíos de interés de la Comunidad Autónoma; aguas minerales, termales y subterráneas, ordenación y concesión de recursos y aprovechamientos hidráulicos, canales y regadíos».
Pero para Herrera, el ejemplo de Castilla y León no va a ser similar al que han vivido otros territorios.: «Nunca vamos a compartir el disparate de las diferencias en las que algunos quieren convertir el debate de las autonomías con gran frivolidad histórica». Un argumento que fue apoyado por populares y socialistas en sus respectivas intervenciones en el hemiciclo. Para Herrera, la propuesta de reforma es parte del «autonomismo útil» que viene demandando la Comunidad. En este sentido, dejó bien claro que la proposición de ley está «alejada de la polémica, porque a diferencia de otros procesos, ni en la forma ni el contenido, ha habrá problemas con el Gobierno de España ni con otras comunidades». En este sentido, recordó que, al contrario que en otros Estatutos, «hemos huido de argumentos insolidarios o reservas de porcentajes que nos lleva a un Estado imposible».