El candidato del PPC a las elecciones europeas, Aleix Vidal-Quadras, advertía el martes por la noche del elevado «grado de virulencia» que ha alcanzado la campaña en Cataluña.
MARÍA JESÚS CAÑIZARES | BARCELONA Jueves, 28-05-09
El candidato del PPC a las elecciones europeas, Aleix Vidal-Quadras, advertía el martes por la noche del elevado «grado de virulencia» que ha alcanzado la campaña en Cataluña. Horas después, unos desconocidos arrancaban los carteles de PP de Begues (Barcelona) y los arrojaban en la casa de dos dirigentes locales. Las palabras de Vidal-Quadras, como se ve premonitorias, se referían a los ataques que él mismo ha sufrido por parte de ERC y PSC, que ahora se dedican a indagar en la vida del vicepresidente del Parlamento europeo, remontándose incluso a sus ancestros. Los republicanos aludieron a los antepasados esclavistas de Vidal-Quadras, mientras que los socialistas han convertido al dirigente popular en el protagonista de su material de campaña electoral.
«Odio, no rivalidad»
Confiaba el candidato en que esas ofensas, hasta ahora verbales o gráficas, fueran transitorias. Pero lo que ni ERC ni PSC habían calibrado es que esas abiertas agresiones verbales pueden provocar un caldo de cultivo al que se han sumado determinados grupos radicales que podrían estar detrás del episodio registrado anteayer en el citado municipio barcelonés.
En el momento de producirse los hechos, el presidente del PP de Begues, Fernando Moya, y su esposa, la concejal del PP Fina Redondo, se encontraban en el mitin que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, protagonizó en Castelldefels (Barcelona), junto a Vidal-Quadras; la presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, y el candidato del PPC, Santiago Fisas.
Unos individuos «que no entienden la política como rivalidad, sino con odio», según Moya, arrancaron carteles de propaganda electoral que el PP de Begues había colocado dos días antes en distintos lugares de esta localidad y los arrojaron en el jardín de la casa de la citada pareja. Su hija, de 14 años, se encontraba sola en casa en esos instantes. Fernando Moya asegura que no se trata de un incidente aislado, «pero sí supone un paso más porque han llevado lo político a la esfera de lo privado».
Hasta ese momento, el PP había sido objeto de diversas pintadas en las calles de la ciudad, pero «ahora se han preocupado de buscar mi casa y no sabemos si llegaron a entrar. Tengo miedo de que vayan a más allá», dice el dirigente local, quien ha cursado una denuncia por amenazas ante los Mossos d´Esquadra.
Cobardía
Atribuye el ataque a «simpatizantes radicales de un partido político. Son pocos, pero muy ruidosos». Actos como estos, subraya, «no hacen más que demostrar la cobardía de los que aprovechan la noche para acercarse a una vivienda y tirar los carteles en actitud amenazadora».
Lo ocurrido, asegura el presidente del PP de Begues, no empañará la campaña de las europeas en esta ciudad. «Al contrario, ahora seguiremos con más fuerza. Estamos haciendo de nuevo los carteles», dice Fernando Moya, quien explica que, el pasado sábado, el PP celebró su primer mitin en Begues «con lleno absoluto».