A saber, el islamismo es aquella política caracterizada por hacer de la religión islámica la única guía para gobernar a los hombres, por tanto, que no cabe separar al islamismo radical del moderado, ya que en esencia todo islamismo, desde las categorías política de la única civilización que existe, es radical, o sea incompatible con la libertad de los individuos una Nación política.
En su única y absurda idea de reformular la política exterior de España desde ninguna parte, Zapatero ha vuelto a insistir sobre la «alianza de civilizaciones» en una entrevista concedida a la CNN en su viaje a EE.UU.
Esta vez, reduciendo su atención a uno de los elementos del que cree conjunto de las «civilizaciones», se ha referido a una «gran alianza» con el «islamismo moderado» para aislar al supuesto islamismo radical.
En cualquier caso, y por si le sirve de ayuda, querríamos ofrecerle al Presidente una definición que le evitaría mucho trabajo si es que pretende diferenciar al islamismo radical del moderado, puesto que tal labor sería como querer distinguir entre el azúcar dulce y el salado. A saber, el islamismo es aquella política caracterizada por hacer de la religión islámica la única guía para gobernar a los hombres, por tanto, que no cabe separar al islamismo radical del moderado, ya que en esencia todo islamismo, desde las categorías política de la única civilización que existe, es radical, o sea incompatible con la libertad de los individuos una Nación política.
España, la nación política cuyo Presidente presenta semejante desorientación conceptual, supo en su momento desembarazarse de la alianza entre el Trono y el Altar para constituirse como una de las naciones libres del mundo moderno.
Desde la Fundación DENAES querríamos simplemente recordar este abecedario del saber político del que carece nuestro Presidente: no existe la moderación cuando de la teocracia se trata.
FUNDACIÓN DENAES, PARA LA DEFENSA DE LA NACIÓN ESPAÑOLA