Todo ello supone, claro está, un conjunto de medidas que estimamos verdaderamente imprescindible y de las que , por nuestra parte, no podemos menos que felicitarnos. Sin embargo, ello no debería hacernos olvidar la circunstancia de que tales medidas, insistimos que ciertamente necesarias de cara a la defensa de la soberanía nacional en el País Vasco, no resultarían en cambio, en manera alguna, suficientes. Por eso instamos al PSOE de Pachi López a efectuar pasos todavía más vigorosos pero en todo caso perentorios en lo tocante a la corrección de la deriva secesionista del País Vasco y al PP de Antonio Basagoiti a ser mucho más exigente con su «socio preferente».
Se cumplen ahora seis meses desde que en marzo del presente año, Pachi López fuese investido –con el apoyo imprescindible, todo hay que decirlo, de los parlamentarios del Partido Popular– presidente de la comunidad autónoma vasca. Aquella sesión parlamentaria, memorable como pocas, supuso el desplazamiento del Partido Nacionalista Vasco respecto de su querido gobierno autónomo tras treinta años de ejercicio ininterrumpido del poder en aquella región española en los que la formación separatista, en comandita con socios de lo más variopintos (EA e IU desde luego pero también, durante muchos años, el propio PSE de Rosa Díez lo que sin duda «tiene más delito») supo poner, de manera absolutamente eficaz, todos los resortes de las magistraturas que ostentaba al servicio de sus fines políticos secesionistas. Una situación, posibilitada eso sí por la configuración política de la «España de las autonomías», que habría forzosamente que reputar de escandalosa y que, con todo, fue sistemática tolerada, no menos escandalosamente, durante tres décadas por la Nación Española sin que nadie, ni en los gobiernos del PSOE ni durante los del PP, se decidiese a mover un solo dedo para corregirla.
Por eso, desde la Fundación para la Defensa de la Nación Española hemos de señalar que sin perjuicio de la brevedad de su recorrido, y no obstante asimismo algunas reservas que podríamos mantener, el juicio que el nuevo gobierno debe merecernos es, al menos por el momento, razonablemente positivo. No sólo ha procedido el gobierno del Presidente López a terminar con la presencia de «mapas meteorológicos» no congruentes con nación alguna en la Televisión Pública Vasca o ha revocado enérgicamente los últimos e hiper-sectarios decretos educativos del consejero Campos de Eusko Alkartasuna (leyes que, de ser aplicadas hubiesen profundizado en la persecución del uso de la lengua española en el País Vasco), sino que además, ha facilitado, a través de muchas de las decisiones tomadas este mismo verano por su consejería de interior, la persecución activa por la policía autonómica de la propaganda pro-etarra que todavía campa a sus anchas en muchos lugares del País Vasco.
Todo ello supone, claro está, un conjunto de medidas que estimamos verdaderamente imprescindible y de las que , por nuestra parte, no podemos menos que felicitarnos. Sin embargo, ello no debería hacernos olvidar la circunstancia de que tales medidas, insistimos que ciertamente necesarias de cara a la defensa de la soberanía nacional en el País Vasco, no resultarían en cambio, en manera alguna, suficientes. Por eso instamos al PSOE de Pachi López a efectuar pasos todavía más vigorosos pero en todo caso perentorios en lo tocante a la corrección de la deriva secesionista del País Vasco y al PP de Antonio Basagoiti a ser mucho más exigente con su «socio preferente».
FUNDACIÓN DENAES, PARA LA DEFENSA DE LA NACIÓN ESPAÑOLA