Es curioso que alguien sin patria, pues la patria vasca es un engendro de su imaginación, se permita robar un fragmento del territorio de su nación canónica y eche después la culpa de su latrocinio a quienes lo padecen, los españoles a secas, nada de «nacionalistas españoles».
Un artículo de opinión del diario Gara del 9 de enero se ha hecho eco de nuestro editorial de estas Navidades dedicado a la lotería nacional. Un editorial cuyo título, «La Lotería es nacional», suponemos ha debido escocer lo suficiente como para que el diario secesionista vasco haya tenido que responderlo por extenso. Y como su esfuerzo por ridiculizarnos no ha servido para modificar ni un ápice la verdad de nuestro editorial, en lugar de repetírsela, responderemos a algunas de las cuestiones que, a propósito de su burda crítica, él mismo nos pone en bandeja.
Para empezar por el principio: el título con el que responden, «La lotería españoliza», viene a ser, según su autor, la conclusión a la que el nacionalista español representado por DENAES se agarra como a un clavo ardiendo con tal de encontrar alguna seña de identidad para su birriosa patria. Es curioso que alguien sin patria, pues la patria vasca es un engendro de su imaginación, se permita robar un fragmento del territorio de su nación canónica y eche después la culpa de su latrocinio a quienes lo padecen, los españoles a secas, nada de «nacionalistas españoles».
Pero en segundo lugar, y más importante: no es que España tenga como seña de identidad tal o cual rasgo (a cual más irrisorio –-toros, lotería– según el secesionista) sino que desde la Fundación DENAES lo que pretendimos fue poner en ridículo a quien deposita en semejante argumentación la existencia de una Nación. Porque son precisamente ellos, los que se dan a la búsqueda de la pureza de sus señas de identidad cultural sacrosanta, los que junto con el baile del Dantzari juegan a la lotería nacional, o sea, española y, por tanto, eliminable.
España, afortunadamente, no tiene «señas de identidad», al menos no de esa identidad megárica en la que algunos vascos creen vivir como en una burbuja.
Quien ríe el último, ríe mejor. El antiespañolismo furibundo les ciega hasta el punto de no entender que comparten con sus compatriotas instituciones de larga tradición no por casualidad, como era el caso en aquellas fechas en las que la lotería nacional, por suerte o por desgracia –-que esa es otra cuestión– «paraliza» las noticias de todos los medios de comunicación y mantiene entretenidas a millones de personas en España.
FUNDACIÓN DENAES, PARA LA DEFENSA DE LA NACIÓN ESPAÑOLA