La periodista Mónica Terribas, periodista que ha desarrollado el grueso de su carrera en la televisión al servicio del separatismo catalán, TV3, constituye el paradigma de la manipulación informativa que se padece desde hace décadas en Cataluña


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Las elecciones generales del 26 J, cuyos resultados hemos analizado recientemente, han permitido la proliferación de todo tipo de debates, ya fuera a dos, a tres o a cuatro, con fuerzas aspirantes a gobernar o incluso extra parlamentarias, a quienes ciertos medios de comunicación tuvieron la gentileza inesperada de cederles la voz. Pero también la campaña electoral ha producido unos efectos considerables allí donde gobiernan los sediciosos antiespañoles. Y Cataluña, que ha protagonizado el mayor ruido mediático y la mayor sedición y desobediencia durante estos años, no se iba a quedar atrás. Dos debates en las televisiones catalanas centraron el protagonismo. El primero, en 8TV, el canal del Grupo Godó, fue el vis a vis entre el veterano socialista José Borrell y el separatista Oriol Junqueras, moderado por José Cuní. Debate en el que Junqueras fue claramente vapuleado con argumentos muy sencillos por Borrell: que la independencia sería para Cataluña un desastre político, cuya cuantía en euros resultaría astronómica, al contrario del optimismo monetario del Consejero de Economía catalán.

Pero, por otro lado, en TV3, se produjo otro debate, moderado por la singular periodista Mónica Terribas, donde representantes de las principales formaciones políticas españolas en Cataluña, junto a las ya conocidas sectas separatistas de ámbito autonómico, debatieron entre sí, con el peso principal de Terribas, que tuvo más tiempo en pantalla incluso que los propios políticos, en este caso Juan Carlos Girauta, de Ciudadanos, Javier Domenech, de Podemos, Francisco Homs, de Convergencia, Gabriel Rufián, de ERC, Jorge Fernández Díaz, del PP, y Merichel Batet, del PSC. El motivo de que una presunta moderadora hable más que algunos de los políticos invitado a debatir es claro: el separatismo necesita imponer su forma de pensar y presentar su mentira constante como si fuera una verdad, si es necesario a fuerza de interrumpir, amenazar y opinar sin que nadie le rechiste lo más mínimo. Juez y parte dentro del debate, que no simple moderadora, Mónica Terribas es un ejemplo paradigmático del periodista al servicio del separatismo catalán, y en estas líneas vamos a presentar algunas singularidades de su biografía.

Mónica Terribas, nacida en 1968 en Barcelona, fue directora de TV3 de 2008 a 2012, y actualmente dirige un programa matinal en Cataluña Radio. También es profesora titular del Departamento de Comunicación en la Universidad Pompeyo Fabra. Sin embargo, la singularidad de su formación la encontramos en su tesis doctoral, defendida en la Univesidad de Stirling, en Escocia en 1994, y cuyo título es «Television, national identity and the public sphere. A comparative study of Scottish and Catalan discussion programmes», esto es, una tesis doctoral, seguramente la enésima, en la que los sediciosos intentan buscar lábiles y accidentales símiles entre los procesos de independencia sucedidos en diversos lugares de Europa, para encontrar en ellos su modelo a seguir de cara a su «construcción nacional» a costa de disolver la Nación Española. Aunque algunas malas lenguas afirman que semejante trabajo de doctorado se redujo a confrontar el programa «La vida en un chip», iniciado en 1989 y presentado por Joaquín María Puyal, con un programa de la televisión escocesa de aquella época.

De semejante tesis doctoral, de argumentario sumamente simple, si hubiera sido elaborada en la época digital, se habría dicho de ella que es un «copia pega», un conjunto disperso de entrevistas, rumores y referencias de de terceros, eso sí con el hilo argumental de estar vinculados a la presunta supremacía moral del ser catalán autóctono, nunca inmigrante. Así, quienes han leído (qué valor) semejante trabajo de doctorado en el inglés original, han encontrado, como es natural, contenidas en él varias lindezas. La primera merece que sea citada en todo su esplendor y literalidad: «Scotland and Catalonia are two nations which lost their sovereignty in the early eighteenth century». Es decir, que para la señora Terribas, el Acta de Unión de 1707 de Escocia, en tiempos de la Reina Ana Estuardo, que determinó que formase parte del Reino Unido hasta nuestros días (incluyendo el fallido referéndum de secesión del año 2014), es equivalente a los resultados de la Guerra Sucesión en España, donde el cambio de la dinastía austríaca por la dinastía borbónica, que a la postre eliminó los fueros catalanes (que entre otras cosas impedían que sus habitantes pudieran emigrar a América, esto es, eran un perjuicio para la generalidad de su población), y donde catalanes como Rafael Casanova dijeron luchar «por la independencia y libertad de toda España». Sobran las palabras.

Un poco más adelante, Terribas presenta un concepto muy claro de sus ideas: «Discussion will move on to the role of ‘civil society’ in contemporary societies. Mass media, and television to a great extent, are sensitively linked to public policies, but are also part of a ‘civil society’». Concretamente, en su referencia a los «mass media» Terribas señalaba a TV3, esto es, a la televisión a sueldo del separatismo como prueba de la existencia de una sociedad civil catalana activa y dispuesta a separarse del «yugo españolista». Asimismo, Terribas incluye verdaderas perlas de su patrimonio (no citadas de terceros) como que «The Catalans, freed from Franco’s genocidal policies, brought their language out of the private into the public domain». Afirmación que bien sabemos es una mentira redomada, puesto que la literatura en catalán conoció un considerable auge durante el franquismo, aunque eso sí la lengua de laboratorio de Pompeyo Fabra no era reconocida como lengua «cooficial». Considerar «genodicio» a estos hechos bien define a quien describe de semejante forma esta etapa histórica…

Una vez terminada su tesis doctoral, Mónica Terribas comenzó una intensa carrera en la televisión pública a sueldo de los sediciosos que con tanto ardor defendio en su doctorado, hasta llegar a ser directora del ente televisivo público en Cataluña en 2008. Diríase que en sus treinta años del ejercicio de la profesión, siempre ha estado ligada al dinero público con el que tanto se ha financiado la sedición contra España en Cataluña. Un agente en suma del separatismo catalán, moderadora implacable en los debates televisivos como el citado al comienzo del editorial, donde no duda en interrumpir e incluso en convertirse en una tertuliana más cuando comprueba que las tesis de los sediciosos son puestas en entredicho. Nobleza obliga.

Desde la Fundación Denaes traemos a estas líneas la biografía de una periodista sediciosa, auténtico paradigma de cómo el dinero público en Cataluña ha sido utilizado para la formación de mercenarios en esta profesión, después bien rentabilizados para manipular convenientemente la información a su antojo y para su beneficio partidista, en detrimento de España.

Fundación Denaes, para la Defensa de la Nación Española.