La propuesta de dedicarle al actor Pepe Rubianes, conocido en el final de su carrera artística por sus injurias a la Nación Española, una calle en la ciudad de Barcelona ha sido rescatada por el equipo municipal de la alcaldesa Ada Colau
Seguramente quienes nos llevan siguiendo a través de nuestra línea editorial desde nuestros orígenes, recordarán el famoso incidente que protagonizó, hace ya una década, el actor Pepe Rubianes cuando fue entrevistado en la televisión a sueldo del separatismo catalán, TV3, acerca del discurso pronunciado por el General Mena en la Pascua Militar de hace diez años. Un discurso en el que el general pedía actuar frente a los movimientos sediciosos que amenazaban y amenazan hoy la unidad y la identidad de nuestra Nación Española, haciendo hincapié en los Estatutos de Autonomía de “segunda generación” que amenazaban con superar los límites constitucionales.
A raíz de aquel hecho, sobre el que Rubianes fue interrogado en la televisión catalana, el actor respondió de manera desabrida insultando al General Mena y a todos quienes simpatizaban con sus tesis, señalando explícitamente a los españoles que se metieran su España, a la que injurió previamente en la misma frase, por el lugar que les cupiera. Para qué reproducir la grosería y la injuria de Rubianes si todo el que tenga un poco de memoria la recuerda….
Asimismo, nuestros Amigos de la Nación y simpatizantes recordarán que la Fundación Denaes presentó una querella contra Pepe Rubianes, a raíz de la cual fue imputado por incitación al odio y ultrajes a España, cuyos efectos quedaron lógicamente anulados al fallecer en el año 2009.
Sin embargo, Rubianes, que hasta entonces había sobresalido en las tablas barcelonesas como tantos otros españoles que habían emigrado de su región de origen (en el caso de Rubianes, desde Pontevedra) hasta Cataluña para buscar un futuro mejor, se convirtió en un referente para los separatistas catalanes y sus simpatizantes; recordemos la camiseta que lucía la Ministra del Gobierno de Zapatero, Carmen Chacón, en la Diada del año 2006, con el lema “Todos somos Rubianes”. Ahora, el consistorio barcelonés, cuya alcaldía ocupa la señora Ada Colau, conocida tanto por sus extravagancias como su filoseparatismo y actitudes hispanófobas, pretende renombrar la Avenida de Madrid situada en Barcelona con el nombre de Avenida Pepe Rubianes. Todo un símbolo del resentimiento y odio a España que constituyeron aquellos exabruptos de Rubianes, sin justificación alguna en el presunto hartazgo que le generaron las palabras del General Mena, muy exactas a la hora de describir la burla y el desafío a la ley de los sediciosos.
El proyecto, que había propuesto en 2014 el entonces alcalde convergente Javier Trías, sobre una promesa de su antecesor, el socialista Jorge Hereu, ha sido recuperado ahora por los miembros de la “nueva política”, los ya proverbiales podemitas, que generan por su contumacia en la injuria a España muchísimo más hartazgo que el que pudo generar con sus modestas palabras el General Mena en la Pascua Militar de 2006.
La recogida de firmas con las que la “nueva política” que rige la Ciudad Condal pretende darle carta de legitimidad a su renovación del callejero, no se ha hecho esperar. Si en Madrid esa misma nueva política se ha dedicado a remover el callejero de la Villa y Corte en una increíble prevaricación a la hora de aplicar la Ley de Memoria Histórica, en Barcelona se hacen solidarios de la figura del sin par Rubianes, verdadero referente de los sediciosos por sus injurias a la Nación Española y a los propios españoles. Todo un ejemplo por el que ellos suspiran.
Desde la Fundación Denaes denunciamos el intento de volver a reescribir la Historia mediante la manipulación del callejero de nuestras ciudades, donde manera acrítica y sectaria se reconocen a presuntos “héroes” del separatismo que no son más que vulgares y tabernarios calumniadores, que aprovechan de su fama y prestigio en diversas profesiones para amplificar el efecto de tales injurias contra nuestra Nación.
Fundación Denaes, para la Defensa de la Nación Española.