Estas formaciones como Coalición Canaria, con las ideas mucho más claras que los llamados partidos nacionales, ya no hablan de federación, pues saben que en el sistema federal dichas soberanías se refunden en una


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A modo de una escurridiza piel de plátano -canario por supuesto-, la propuesta de relación bilateral entre Canarias y España lanzada por la reaccionaria y neofeudal Coalición Canaria, ha quedado cuidadosamente ubicada tras su reciente congreso a la espera de que un incauto, o lo que es peor, un político ambicioso sin escrúpulos, la pise y ocasione un grave daño a la Nación. Esta formación antiespañola se permite semejante aspiración amparada por un sistema que nutre a las propias organizaciones cuya razón de ser es el aniquilamiento o mutilación del cuerpo político que las sostiene.

Corresponde pues al PP, socio de gobierno regional de la susodicha Coalición, tener mucha cautela en no caer en la trampa de la España confederal que últimamente se ha convertido en el sistema político de moda entre las formaciones antiespañolas. Porque, sencillamente, para llegar a esta confederación con que se regalan los oídos dichos partidos, es imprescindible la partición de la Nación en diferentes nacioncillas que, siempre de forma transitoria, formarían la anhelada confederación. Y si afirmamos que la unión confederal sería transitoria, lo hacemos a sabiendas de que la soberanía de las naciones fraccionarias tan sólo estaría cedida a la confederación, pudiendo recuperarla en cualquier momento; razón por la cual estas formaciones, con las ideas mucho más claras que los llamados partidos nacionales, ya no hablan de federación, pues saben que en el sistema federal dichas soberanías se refunden en una.

Para cerrar esta breve argumentación, hemos de añadir que la unidad de España no estaría comprometida, al menos en principio, bajo una estructura confederal, si bien, salvada la existencia, lo que desaparecería es precisamente su esencia.

Desde la Fundación DENAES, organización totalmente ajena a partido político alguno, nos permitimos exhortar al PP a que pondere con serenidad los riesgos que corre al ir de la mano de un partido faccioso y que, incluso, considere los beneficios de romper con tan indeseables compañeros de viaje para todo español que se precie de serlo. Pues de seguir con la relación, bien podría ocurrir que Coalición Canaria, como toda formación independentista, enrede a los populares con la jerigonza de la identidad, la asimetría, la bilateralidad y demás zarandajas, y la formación de la calle Génova, obcecada en mantenerse en el poder, resbale y con ello cause alguna grave fractura al cuerpo de la Nación Española.

FUNDACIÓN DENAES, PARA LA DEFENSA DE LA NACIÓN ESPAÑOLA