Si hubiera que utilizar algún ejemplo paradigmático de la ideología del partido no nacional Podemos, sin duda habría que citar a su confluencia en Valencia, Compromiso, que expresamente afirma que «los valencianos no son españoles»
En estos editoriales hemos advertido reiteradas veces de la amenaza que supone la existencia de un partido no nacional como Podemos. En varios de los lugares donde gobierna, aliado con un partido nacional, el PSOE, que traiciona de esta manera su carácter y se convierte en cómplice de las amenazas contra nuestra Nación, ha manifestado mediante las declaraciones expresas de los miembros de sus confluencias esa voluntad antiespañola o directamente «no española». Tal es el caso de Compromiso, paradigma de este carácter de secta separatista que gobierna, junto al PSOE de Joaquín Puig, el mismo que estaba dispuesto a ir en una candidatura conjunta al Senado con Podemos, pasando por encima de los dictados de su partido, en la Comunidad Valenciana tan ambicionada por los separatistas catalanes de cara a formar su delirio de Países Catalanes.
Recientemente, en una conferencia política de Iniciativa del Pueblo Valenciano (escisión de la hoy extinda coalición Izquierda Unida del «País Valenciano»), uno de los partidos que se integran en la coalición Compromiso, Mónica Oltra, Vicepresidenta de la Generalidad Valenciana y actual diputada en el Grupo Mixto, dejó bien clara su postura al respecto: «los valencianos no son españoles», alertando además de cuál es la verdadera «identidad» de este pueblo «no español»: respecto a la bandera característica de esta región española, Oltra afirmó que «puede ser que no hayamos acertado en el pasado cuando en la señera coronada sólo veíamos el azul y nos olvidábamos que esa bandera también contiene cuatro barras».
¿Por qué la referencia a las «cuatro barras»? Porque esa es la bandera autonómica catalana, y no cabe duda que el horizonte de esta secta separatista llamada Compromiso, al igual que sus componentes como Iniciativa, es formar parte de los idealizados y delirantes Países Catalanes. Nada ha importado el presunto coste electoral (no ha existido) que pudiera conllevar abrazar esas tesis en Valencia, supuestamente controlado al afirmar Oltra que la referencia a los Países Catalanes no deja de ser «una expresión entre amigos». Y, por supuesto, Oltra ha sido siempre partidaria del corrompido «derecho a decidir» de un imaginario pueblo valenciano, siempre con vistas a integrarse en la hipotética Cataluña independiente.
Otro de los sin par representantes de esta forma corrompida de hacer política lo tenemos en el también miembro de Compromiso Vicente Marzá, Consejero de Educación en Valencia, muy liberal en lo que a conceder subvenciones a medios separatistas se refiere. En su día Marzá también fue receptor de esos fondos de reptiles tan usados por el separatismo catalán para difundir el nauseabundo mensaje sedicioso por Valencia. Así, el hoy consejero, como bien destaca su currículum, participó en difundir esa falsedad y delirio de una gran nación catalana que abarque toda la franja mediterránea española. En el año 2012, fue colaborador en una obra colectiva subvencionada por la Generalidad de Cataluña, bajo el título de la Gran Enciclopedia Catalana [sic], donde entre las «actualizaciones y entradas sobre el País Valenciano» a las que refiere el citado currículum se incluyen su referencia a la Costa Blanca alicantina como «zona costera de los Países Catalanes»; en la misma entrada figura la «Costa de los Naranjos», que la obra colectiva sitúa en la «mitad norte del País Valenciano, con una extensión de 225 kilómetros». Por supuesto, la Albufera de Valencia se encuadra en los «lagos de los Países Catalanes». Sin embargo, los disparates de Marzá no terminan aquí, sino que hay que añadirles una frase para la Historia, o mejor, para la antología del disparate: «Sin Valencia no habrá independencia». Todo muy claro…
Otra de las muestras de la no españolidad de Compromiso lo encontramos en Manuel Alcaraz, Consejero de Transparencia de la Generalidad Valenciana, vigilante de la corrupción ilegal pero partícipe al máximo de la corrupción legal, la ideológica que le llevó en su día a proferir estupideces tales como que: «un País Valenciano aislado es una utopía y sería una traición a su propia esencia. Si el País Valenciano quiere salvaguardar su personalidad ha de ser preservándose fiel a su catalanidad básica». Precisamente Alcaraz dejó negro sobre blanco en 1985 la «hoja de ruta» que hoy Compromiso aplica con ahínco en Valencia con la complicidad del PSOE destinada a la anexión de Valencia a esa fantasía separatista catalana de los Países Catalanes. Auténtico intelectual de Compromiso, se licenció en Derecho con una tesis cuya síntesis fue publicada bajo el título nada ambiguo de «Cuestión nacional y autonomía valenciana».
Terminamos este desfile de esperpentos separatistas valencianos con Dolores Pérez, senadora de Compromiso. Ardorosa defensora del proceso separatista catalán y la edificación de los Países Catalanes, esta señora fue la autora de la ponencia separatista de Iniciativa del Pueblo Valenciano, defendiendo la existencia del «derecho a la autodeterminación» tanto de Cataluña como de la Comunidad Valenciana. Otro más que desconoce la doctrina de Naciones Unidas respecto a ese ficticio derecho, pensando que estas partes constituyentes de la Nación Española son una suerte de colonias. Literalmente, la señora Pérez afirmó que «ante el reto que supone la batalla por la independencia de Cataluña, yo continuaré soñando por la nación completa que son los Países Catalanes».
Sin embargo, en Iniciativa del Pueblo Valenciano parece que hay algún miembro con un mínimo de sindéresis y en su página web retiraron el texto donde se llegaban a plasmar negro sobre blanco frases como «siguiendo a Joan Fuster, decirnos valencianos es decirnos catalanes» o «los valencianos no somos españoles», sino pertenecientes a un «espacio natural formado por Cataluña, País Valenciano, Islas Baleares, las franjas de Poniente, Cataluña Norte, Andorra y El Alguer».
Desde la Fundación Denaes traemos a estas líneas las declaraciones de los líderes de esta secta separatista llamada Compromiso, todo un paradigma del delirio al que estos sediciosos pueden llegar, y que integrados en Podemos no paran de demostrar qué grado de corrupción pueden alcanzar los ideologuemas de quienes, aun siendo españoles, dejan de serlo en sus proyectos y planes de futuro, pasando a convertirse en meros entes apátridas que añoran un país ficticio y delirante, los Países Catalanes.
Fundación Denaes, para la Defensa de la Nación Española
