De precariedad está hecha la actualidad diaria y precario, terrible es el futuro de los españoles si no rompemos de una vez el cerco a esta renovada Numancia


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Los restos de Numancia, la antigua capital celtíbera y Monumento Nacional desde 1872, corren serio peligro a consecuencia de varios proyectos urbanísticos que literalmente, y si nadie lo impide, se tragarán el yacimiento arqueológico. Así acaban de denunciarlo la Real Academia de la Historia y la de Bellas Artes de San Fernando, que critican la pasividad de «las autoridades competentes» por la no paralización de las actuaciones y proyectos citados.

Es curioso cómo los símbolos se superponen en la Historia. Porque la desprotección que, asediado esta vez por las excavadoras, padece el principal ejemplo de la resistencia hispánica frente al invasor coincide -veintiún siglos después- con la sufrida por el pueblo español ante quienes actualmente desean su desnaturalización en base a una torticera interpretación de nuestra historia, de nuestra secular unidad territorial, de nuestros símbolos, de nuestro orgullo y hasta de nuestros héroes. De ladrillo está hecha, igualmente, otra de las amenazas reales que pesan sobre el español de hoy, cuyos derechos y calidad de vida corren serio riesgo a manos de especuladores varios, amparados en la permisividad de un Gobierno y de un partido que -para su vergüenza- aún lleva la marca de obrero en su siglas.

El símbolo ha pasado incluso a la lengua española, igualmente asediada y desprotegida en estos tiempos, y así el Diccionario de la Real Academia Española -en impagable definición- aplica el adjetivo “numantino” a aquel “que resiste con tenacidad hasta el límite, a menudo en condiciones precarias”.

Pues bien: de precariedad está hecha la actualidad diaria y precario, terrible es el futuro de los españoles si no rompemos de una vez el cerco a esta renovada Numancia. Signos hay, sí, que auguran esto último -hoy mismo lo estamos viendo en esta huelga más nacional que nunca, pese a quien pese- y dan pie a soñar, por qué no, cumplida la profecía de Cervantes en su célebre tragedia La Numancia (1582):

Indicio ha dado esta no vista hazaña

del valor que en los siglos venideros

tendrán los hijos de la fuerte España,
hijos de tales padres herederos.


FUNDACIÓN DENAES, PARA LA DEFENSA DE LA NACIÓN ESPAÑOLA