En medio de la división y el desnortamiento de los sediciosos catalanes, Arturo Mas ha señalado expresamente al referéndum separatista como única manera de desencallar el proceso de sedición
La contumacia de los sediciosos catalanes genera cierta perplejidad, y probablemente hasta lástima. En medio de la división producida en pleno Parlamento Catalán a diario entre el grupo de Juntos por el Sí y los batasunos de las CUP, con otros grupos como la Asamblea Nacional Catalana a la greña constante, al igual que la asociación de convergentes y ERC, el Presidente de la Generalidad, Carlos Puigdemont, decidió realizar el enésimo viaje al extranjero, en este caso a la capital de la Unión Europea, Bruselas, para conseguir el tan ansiado reconocimiento internacional a su causa, el mismo que no logró Raúl Romeva hace poco; el mismo que ninguno de los ridículos «embajadores» catalanes ni por asomo ha logrado…
El resultado: nuevamente el rechazo, la negativa, el ninguneo de parte del Presidente de la Comisión Europea. La razón: Cataluña no constituye ninguna nación soberana reconocida por la Unión Europea; a lo sumo podrá reconocerse su condición de región, pero siempre dentro de la Nación Española. Pero Puigdemont, acostumbrado a viajar con su ridículo y falso «pasaporte catalán» y a registrarse en los hoteles de noche para que nadie le ponga trabas por usar semejante documento, insiste en la comedia bufa: «Cuando quiera ser recibido por Juncker, lo seré», afirma, en alusión a que el Presidente de la Comisión Europea recibió recientemente al Primer Ministro de Kosovo, ese país surgido de la desmembración de la antigua Yugoslavia que fue reconocido oficialmente en el año 2008 y ahora cruza el umbral tan ansiado por los sediciosos.
Sin embargo, esta alusión a la declaracion unilateral de independencia del Parlamento de Kosovo en el año 2008 obvia un detalle fundamental: Kosovo, país producto de las guerras de los Balcanes y de la terrible limpieza étnica, fue reconocido como tal ese año por Estados Unidos y la Unión Europea, de cara a su independencia unilateral. La declaración unilateral de «desconexión» del Parlamento Catalán el pasado mes de octubre no fue reconocida por nadie, y en cuanto desde la Presidencia del Gobierno y el Tribunal Constitucional advirtieron de su carácter ilegal, la proverbial cobardía de los sediciosos hizo el resto.
Ahora, precisamente el presidente que protagonizó semejante declaración para acabar defenestrado, Arturo Mas, intenta volver a la actualidad política. Su principal objetivo es la reorganización de la maltrecha Convergencia, en caída libre en las últimas elecciones disputadas. En una reciente entrevista en la cadena pública del separatismo catalán, TV3, Mas ha afirmado que es partidario de enterrar definitivamente las siglas de Convergencia y fundar nuevo partido.
Sería a su juicio una forma de ampliar el número de militantes y borrar la sombra de la corrupción. De hecho, ya hay hasta fecha para semejante proceso refundador: el próximo sábado 21 de Mayo, donde la militancia de los convergentes ha sido convocada para votar acerca de la propuesta, de cara a constituir la nueva formación política en un Congreso a celebrar presuntamente los días 8, 9 y 10 de julio de este mismo año, dejando la opción de mantener la misma formación y convertir el citado Congreso en una renovación de sus cargos. Tal es la disyuntiva a plantear entre los sediciosos, cuyas bases parecen partidarias de recuperar el nombre de Convergencia de cara a los próximos comicios generales del 26 de Junio, enterrar el Juntos por el Sí y también el extravagante nombre de Democracia y Libertad con el que concurrieron a las pasadas elecciones generales del 20 de Diciembre, con escaso éxito como bien pudimos apreciar. El Congreso incluirá también unas primarias para decidir al cabeza de lista de cara al 26 J.
Precisamente, una de las candidatas a cabeza de lista frente a Francisco Homs, actual portavoz en el Congreso de los Diputados, es la jurista Silvia Requena, que en su programa incluye un punto por el que el propio Mas suspira: la celebración de un referéndum separatista en Cataluña con plenos efectos legales, como forma de desbloquear el encallado proceso de independencia.
Y lo cierto es que las encuestas demoscópicas pronostican que la antigua Convergencia sufriría un nuevo revés (y van unos cuantos desde que se embarcó en esta estúpida huida hacia delante), reservando para la actual confluencia de Podemos en Cataluña nuevamente el lugar de honor de la victoria electoral. Una posición que, para los propios sediciosos es vista como algo muy negativo, efecto del fracaso del proceso por la contaminación «españolista». Al fin y al cabo, como los propios sediciosos destacaron, Pablo Iglesias, líder de Podemos, siempre está empeñado en decirle al resto del mundo lo que tiene que hacer, y en el referéndum que los podemitas postulan harán decidida campaña por el No a la independencia catalana.
Parece que el proceso separatista, en medio de su encallamiento y camino a su eclipse total, podría encontrar en la solución de Podemos su tabla de salvación, pero seguramente a costa de ser fagocitado en su iniciativa por Ada Colau y los suyos, que se postulan como partido independiente en cuanto cumplan su promesa de dejar de ser una confluencia de Podemos. En cualquier caso, como señala el propio Arturo Mas, una vez dejada atrás la hoja de ruta de los famosos dieciocho meses de plazo y la unilateralidad en la «desconexión», y constatado que la mayoría parlamentaria no se sustenta en una verdadera mayoría electoral, el ejemplo para Cataluña no sería el Kosovo que Puigdemont contempló con insana envidia en su visita fantasma a Bruselas, sino precisamente Escocia y su referéndum del año 2014, poco antes del pseudorreferéndum separatista catalán del 9 N… «El modelo es Escocia», resaltó Mas, quien puso también énfasis en la entrevista en que la independencia deberá ser pactada con España, dueña de la deuda de la Generalidad; en caso contrario, la Cataluña independiente quedaría fuera del euro y de la Unión Europea. Abandonan la unilateralidad pero no su sueño de ser un estado libre asociado…
Desde la Fundación Denaes alertamos de este nuevo intento de reavivar el proceso de sedición en Cataluña, ahora no mediante la desconexión unilateral en unos dieciocho meses que amenazaban en convertirse en largos años, sino por la vía del referéndum legal que postula el partido no nacional Podemos. La incertidumbre en la Nación Española, producto de la repetición electoral que tendrá lugar el 26 de Junio, y el previsible bloqueo que amenaza con postergar la formación de nuevo gobierno, juegan a favor de unos sediciosos que ven a Podemos como el más claro ejemplo a seguir, cuando menos para reavivar su amenaza contra la Nación Española.
Fundación Denaes, para la Defensa de la Nación Española.