En España, mientras a los secesionistas les llega el día de la insurrección, lo primero que exigen al Gobierno central es una policía autonómica. Y para que sea extranjera en su propio país, además, se la denomina con un vocablo folclórico, a ser posible ininteligible, con los que los presentadores de telediario afinan su don de lenguas

Los secesionistas de cualquier región saben perfectamente que el cuerpo de funcionarios con el que mejor se identifica una nación es el ejército. Añadiendo a este una bandera, un himno y una lengua ya tienen el invento en marcha. En España, mientras les llega el día de la insurrección, lo primero que exigen al Gobierno central es una policía autonómica. Y para que sea extranjera en su propio país, además, se la denomina con un vocablo folclórico, a ser posible ininteligible, con los que los presentadores de telediario afinan su don de lenguas.
Es posible que los españoles todavía no sepan qué es la guanchancha, pero si les decimos que es el nombre que figura en los planes de Coalición Canaria para lo que quieren que sea el cuerpo de su Policía Autonómica, el paralelo fonético con otra cuyo nombre no hace falta recordar les sonará a chiste.
Pero de chiste, nada. Un nuevo partido extravagante, hasta ahora complaciente socio de los partidos nacionales, ha aparecido en escena. Tras su espera, cuando consideraba que la Nación española ya estaba madura en su progresiva descomposición, iba a presentar en el Congreso de los diputados su propuesta con el apoyo del PP. Y para sorpresa del partido canario y alegría de los que todavía tenemos esperanza en que este proceso se detenga, el PP nacional ha decidido dar la espalda al proyecto, pese a José Manuel Soria, el ya fagocitado por la ideología nacionalista a fuerza de ejercer esa detestable figura del “barón autonómico”.
Afortunadamente, tras las críticas en el seno del Grupo Popular, Coalición Canaria ha optado por retirar en el Pleno del Congreso sus dos enmiendas a las Cuentas Públicas que aludían a la creación de una policía autonómica para las Islas.
Eso sí, una vez destapado el proyecto, habrá que esperar una nueva acometida del secesionismo canario en cualquier ocasión que les parezca propicia. Y todo vale con tal de crear la inexistente identidad nacional canaria, incluso las ridículas consideraciones acerca de los colores del “futuro” uniforme que podemos leer en nota de prensa en la página web del Gobierno de Canarias: basado “en el origen volcánico que comparten todas las Islas y en la unidad de todo el Archipiélago, la combinación de ambos elementos ha hecho que se haya creado una uniformidad donde los colores negro, rojo magma, amarillo arena, gris y blanco sal sean los que marquen la imagen del Cuerpo General de la Policía Canaria”.
FUNDACIÓN DENAES, PARA LA DEFENSA DE LA NACIÓN ESPAÑOLA