Organizar una pitada contra Su Majestad el Rey durante cualquier acto de carácter público está amparado por la libertad de expresión y no es constitutivo de delito alguno. Así al menos lo considera el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz

ROBER SOLSONA. Don Juan Carlos y Doña SofÃa presidieron la final de la Copa del Rey
Miércoles, 22-07-09
N. VILLANUEVA
MADRID.
Organizar una pitada contra Su Majestad el Rey durante cualquier acto de carácter público está amparado por la libertad de expresión y no es constitutivo de delito alguno. Así al menos lo considera el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, que ha decidido inadmitir a trámite la querella presentada contra los grupos de independentistas catalanes y vascos que urdieron un abucheo contra Don Juan Carlos y Doña Sofía durante la final de la Copa del Rey que jugaron el Athletic de Bilbao y el Barcelona el pasado 13 de mayo.
El magistrado acuerda esa inadmisión al considerar que la pitada efectuada durante la interpretación del himno nacional así como la colocación de pancartas con el lema «Good bye Spain» («adiós España») «no pueden considerarse difamatorias, injuriosas o calumniosas ni mucho menos que propugnen el odio nacional o ultraje a la Nación». Añade Pedraz que su decisión se basa en el principio de intervención mínima.
La querella contra los radicales que protagonizaron esas pitadas fue presentada el pasado 25 de junio en la Audiencia Nacional por la Fundación Denaes, presidida por Santiago Abascal, que ya ha anunciado que recurrirá. En concreto, la fundación acusaba a dos organizaciones independentistas de un delito de provocación al odio contra parte de la población por razón de su origen nacional –castigado con penas de uno a tres años de cárcel–, otro de injurias a la Nación española, representada por el himno nacional –de 7 a 12 meses de multa–, y un tercero de injurias contra el Rey –de 6 meses a dos años de cárcel–.
Reparto de 5.000 silbatos
Según se relata en el escrito, «en los días previos a la confrontación», el presidente de Catalunya Acció, Santiago Espot, realizó varios llamamientos a los seguidores de ambos equipos para que cuando entrasen los Reyes al palco comenzasen las pitadas, para lo que se habían repartido unos 5.000 silbatos.
Según relata la querella, ambas asociaciones hicieron público un «manifiesto reivindicativo» a favor de la oficialidad de las selecciones deportivas del País Vasco y Cataluña en el que «hacían una llamada» para que las aficiones de los «dos «países» mostrasen las ansias de libertad de sus respectivas naciones».
Antes del partido, recordaba la querella, las fuerzas de seguridad requisaron unos 5.000 carteles con el lema «Catalonia is not Spain», si bien muchos seguidores consiguieron introducir en el campo pancartas y banderas esteladas, y al final del partido mostraron una pancarta frente al palco en la que se leía «Good bye Spain».
Fue precisamente la Fundación Denaes la que en enero de 2006 presentó una querella contra el actor Pepe Rubianes por un delito de ultraje a España que, tras ser admitida, fue archivada.