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Esta entrevista fue realizada justo al día siguiente de la concurrida inauguración en Madrid del Monumento a las Víctimas del Terrorismo. En ella, el presidente de la Fundación DENAES resume el significado y la profunda motivación de dicho acto.

18-5-2008 – LA NACIÓN

Gonzalo Altozano.- Desde ayer, las víctimas del terrorismo están menos solas: un monumento en Madrid honra su memoria. La iniciativa ha partido de la Fundación que preside Abascal, Denaes, y ha sido posible gracias a un sinnúmero de españoles de bien.

-¿Por qué la Plaza de la República Dominicana?

 Porque fue la plaza en la que Iñaki de Juana Chaos asesinó en 1986 a doce servidores del Estado de Derecho y de España.

-¿Por algo más?

 Y porque fue el lugar al que acudieron espontáneamente los españoles para homenajear a las víctimas de ETA cuando De Juana fue excarcelado por el Gobierno.

-O sea, que la iniciativa arranca de entonces.

 Pensamos que la solidaridad expresada por el pueblo de Madrid en forma de ramos de flores tenía que tener una continuidad, incluso perpetuarse en el tiempo.

-¿Han recibido subvenciones públicas?

 El monumento se ha financiado única y exclusivamente con aportaciones particulares.

-¿Por qué?

 Queríamos que fuera un reconocimiento de la nación española a sus caídos, un obsequio del pueblo español a sus mártires.

-Dice que las víctimas encarnan a la nación española.

 Lo digo porque han sido elegidas por los terroristas para romper la unidad de España: las víctimas son la nación atacada en sus carnes.

-La espontaneidad de la que hablaba…

 Significa que el pueblo español no está muerto, sino que dice bien a las claras que quiere seguir viviendo, que conoce su pasado y que precisamente por eso está dispuesto a enfrentarse a sus enemigos declarados.

-Diga uno.

 El terrorismo.

-Las que no son tan espontáneas son las instituciones.

 Quizás porque están presas de la dictadura de lo políticamente correcto.

-Lo veíamos en el entierro de Juan Manuel Piñuel. Tuvo que ser un ciudadano quien gritó lo que todos pensamos: “¡Has muerto por ser español!”.

 Aquel hombre, yo lo vi, dijo la verdad. Y la dijo al paso del féretro de Juan Manuel, que iba cubierto con la bandera española; bandera que daba sentido a su vida y explicaba las razones de su muerte.

-Más de espontaneidad: los asociados de la Fundación Denaes.

 Qué quiere que le diga, que les estamos muy agradecidos porque con su granito de arena ayudan a que la Fundación sobreviva. Ellos también acreditan la fortaleza de la nación española.

-A los que llaman a sus puertas, ¿qué les ofrecen?

 La posibilidad de ayudarnos a fomentar algo tan sano y natural como el patriotismo.

-¿Se imagina una Fundación para la Defensa de la Nación Francesa?

 Es impensable. Entre otras cosas, porque en Francia su presidente no pone en tela de juicio a la nación.

-En cambio, en España…

 Zapatero dijo que nación era un concepto “discutido y discutible”. Aunque si solo hubiera sido eso…

-¿A qué se refiere?

 Al proceso de reformas estatutarias, que fue delirante.

-A pesar de todo, verá que buena parte de la nación no se resigna a la liquidación.

 Ustedes, por ejemplo. Basta ver cómo se llaman. Ya por eso cuentan con mi respeto y mi enhorabuena.