El Ministerio de Igualdad con entidad propia a cargo de la ministra en funciones Irene Montero desde el año 2020, ha sido uno de los departamentos que más ha aumentado sus gastos.
La Ley Orgánica 10/2022 de 6 de septiembre, conocida como “Ley del solo sí es sí”, ha resultado ser un fiasco total, un despropósito para todas las víctimas. La cifra aumenta cada día, ya son 1161 los delincuentes sexuales condenados que se han beneficiado de la reducción de penas. Y hasta ahora nadie ha dimitido y como es previsible nadie lo hará. Con un Ministerio que incrementó un 9% más los presupuestos que en el año 2022, alcanzando la histórica cifra de 573 millones.
El despilfarro de Irene Montero ha sido superlativo durante toda la legislatura, campañas para concienciar a la población sobre la imposición de unos modelos de belleza femeninos irreales, otras para fomentar el dialogo y conversación sobre la sexualidad asignando más de 2,5 millones de euros en creatividad e inserción publicitaria. Una espiral de ideas sin sentido para muchos españoles.
Pero la última de las estrambóticas ideas de la ministra junto con la secretaria de Estado de Igualdad Ángela Rodríguez ‘Pam’ ha sido la puesta en marcha de una App llamada “Me Toca”, una aplicación cuyo objetivo es registrar el tiempo que dedica cada miembro de la unidad familiar en las tareas del hogar realizando estadísticas semanales, mensuales y anuales. El coste del desarrollo de esta aplicación ha sido de 211.750 euros. En la Plataforma de Contratación del Sector Público se puede comprobar que la adjudicación de la licitación estuvo a cargo de Wairbut S.A. Una consultoría dedicada al desarrollo de soluciones y servicios en el ámbito de las Tecnologías de la Información, que fue adquirida por el grupo Altia cuyo presidente es Constantino Fernández Pico, el cual recibió un premio al Emprendedor del año en 2022 de manos de Alberto Núñez Feijóo. Muchas de las reseñas de los usuarios de la aplicación, exponen su descontento con la misma y señalan que el coste es demasiado elevado para el diseño y funcionalidad.
Incluso la Unión Europea a través de un informe ya en 2021, demostraba el despilfarro del “Ministerio feminista”. Pero los resultados no son los esperados, puesto que es la ministra con más víctimas en su haber, 32.644 en 2022, y cerrando el verano con más mujeres asesinadas a pesar de los millones gastados en planes antimachistas.
Pero su compañera, la secretaria de Estado, no se queda atrás en la defensa del feminismo exacerbado. Sus declaraciones son siempre motivo de crítica. Tras la polémica del beso de Rubiales a la jugadora Jenni Hermoso, nos muestra su siguiente capítulo, con declaraciones como ¿qué pasa si a las mujeres nos apetece dar la mano a un hombre?. Pero Ione Belarra ministra en funciones de Derechos Sociales y Agenda 2030, también revela, que lamenta que todo avance feminista conlleve una reacción machista.
En mi modesta opinión, este feminismo que nos quieren inculcar, realmente nos ha perjudicado. La obsesión que tienen hacia el género masculino ridiculizándoles y criticándoles en muchas ocasiones, no ha traído otra cosa que confrontación entre ambos sexos. La demostración que ofrecen hacia la opinión pública es de total misandria. Los hombres no son nuestros enemigos a batir, tendrían que haber utilizado los recursos que han tenido a su disposición para determinar cuáles son verdaderamente las causas por las que se producen las agresiones y partir de ese punto hallar la solución o reducción de dichos casos.
Pero en ningún momento les ha interesado, porque a cualquier causa se le puede sacar un rédito. Un chiringuito que a Irene Montero le ha proporcionado una alta rentabilidad, manteniéndole en un escaño desde 2020, con un desenlace de película de terror, la liberación de violadores a las calles y más víctimas de violencia. En definitiva una ideología populista y sectarista, que nos ha costado miles de euros a todos los españoles.
Patricia Rodríguez Corchado