El año 2020 terminó con una nada despreciable lista de presos etarras beneficiados por la actual política de acercamiento de reclusos, que tanto gusta aplicar al actual ejecutivo, presidido por Pedro Sánchez. Por ser más concretos, sólo en el mes de diciembre se aprobó el acercamiento de 19 presos pertenecientes a ETA que van a pasar el tiempo que reste de su condena (suponiendo que la pasen en prisión) en establecimientos penitenciarios cercanos a sus hogares.
A modo de recordatorio, para no caer en el error de pensar que se trata de un par de casos aislados, recordemos estos nombres, y los actos por lo que han sido condenados. Evidentemente es imposible reproducir en estas líneas todos sus crímenes, pero un breve repaso puede resultar de mucha utilidad, ya que es importante saber a quién beneficia esta imparable política penitenciaria. Sin tener en cuenta los anteriores meses, sólo a lo largo del mes de diciembre del extinto año 2020 se anunciaron los siguientes acercamientos:
- José Javier Arizcuren Ruiz, “Kantauri”, jefe de comandos ilegales de la banda terrorista en los años noventa, que ordenó los asesinatos del socialista Fernando Múgica Herzog y del matrimonio formado por el concejal del PP Alberto Jiménez Becerril y Ascensión García, pasará el año 2021 en la cárcel de Pamplona, mucho más cerca que Murcia, donde se encontraba.
- María Jesús Arriaga Martínez, condenada por participar en el intento de asesinato del policía José María Izquierdo en 1985, pasa de la cárcel de Salamanca a la de Pamplona.
- Félix Alberto López de la Calle “Mobutu”, al mando de ETA después de la caída de “Pakito” en Bidart, en marzo de 1992, también se acerca a casa. Entre sus crímenes se encuentran los asesinatos de los guardias civiles Avelino Palma Brioa, Ángel Prado Mella y José Luis Vázquez Platas. Será trasladado de la prisión coruñesa de Teixeiro a la de Asturias.
- José María Arregui “Fitipaldi” condenado como cooperador necesario en el atentado contra un autobús militar en Zaragoza en 1987 en el que fueron asesinadas dos personas y 27 resultaron heridas. También participó en el ataque contra la Casa Cuartel de la capital aragonesa, que dejó 11 víctimas mortales, abandona la prisión de Alicante para trasladarse a una cárcel en Asturias.
- Ainhoa García Montero, condenada por la Audiencia Nacional a 140 años de cárcel como cooperadora necesaria en el atentado con coche bomba en el que murieron dos trabajadores de la empresa Elektra de San Sebastián en 2001, será trasladada a Asturias desde Salamanca.
- Gotzon Aramburu Sudupe, detenido en Madrid, en 2002 tras un intenso tiroteo con guardias civiles, en que fue asesinado el guardia civil Antonio Molina, se traslada de Alicante II a la prisión de Dueñas, en Palencia.
- Luis Mariñelarena Garciandia condenado entre otros delitos por el asesinato en 2000 del socialista Fernando Buesa y de su escolta, Jorge Díez, será trasladado del Centro Penitenciario de Teixeiro, en La Coruña, al Centro Penitenciario de Dueñas, en Palencia.
- Carlos Iglesias Chouzas “Gadafi” con una veintena de asesinatos a sus espaldas, incluido el del niño de dos años Fabio Moreno, pasará de la cárcel de Alicante a la de Dueñas, en Palencia.
- Juan Carlos Besance, condenado de 30 años por asesinato, estragos, asociación ilícita, tenencia de explosivos y atentado, será trasladado de Huelva a Palencia.
- Juan Manuel Inciarte Gallardo que participó en al menos seis asesinatos durante los años 80, como el de un teniente y un cabo de la Policía y de la mujer de este último, en 1983, viajará de la prisión salmantina de Topas al Centro Penitenciario de El Dueso, en Cantabria.
- Joseba Borde Gaztelumendi “Putxe” miembro del Comando Vizcaya, muy activo en los llamados “Años de Plomo”, con un saldo de 16 víctimas mortales, muchos de ellos guardias civiles y militares, cumplirá su condena en la cárcel del Dueso (Cantabria), a menos de 170 kilómetros de distancia de su familia.
- Luis Enrique Garate Galarza condenado a 76 años de prisión por el secuestro del industrial Lucio Aguinagalde y la muerte del jefe de la Ertzaintza en el tiroteo ocurrido durante su liberación en 1986, irá desde el Puerto de Santa María a la prisión de El Dueso de Cantabria.
- Igor Portu, autor del atentado de la T-4, ha sido trasladado desde la prisión de Córdoba a la de Zaragoza.
- Fermín Vila Michelena, condenado por dos atentados con coches bomba en Madrid con decenas de heridos, pasa de Alicante a Zaragona para cumplir su condena por estragos, atentados, terrorismo y depósito de armas.
- Manex Castro Zabaleta, condenado, entre otros delitos por su participación en el atentado que en diciembre de 2008 le costó la vida al empresario Ignacio Uría, pasará de Cádiz a Zaragoza para completar su condena.
- Francisco Javier Gallaga Ruiz, condenado por el asesinato perpetrado en 1996 contra un autobús del Ejército en Córdoba en el que murió el sargento Miguel Ángel Ayllón, abandona la prisión de Córdoba para ir Zaragoza.
- Iker Lima Sagarna condenado a 22 años de prisión por el ataque con “cócteles molotov” al cuartel de la Guardia Civil de Galdácano (Vizcaya) en enero de 2000, pasará de Huelva a la cárcel de Mansilla en León.
- José Ignacio Guridi Lasa “Xabi”, condenado por la muerte de dos guardias civiles en Sallent de Gállego (Huesca) en 2000, pasa de la cárcel de Jaén a la de Mansilla de las Mulas (León).
- Manex Zubiaga Bravo, condenado a 40 años por los delitos de depósito de armas y municiones, tentativa de asesinato, estragos e incendios, cumplirá su condena en el Centro Penitenciario de Burgos, abandonando la prisión de Valencia, donde se encontraba.
Comenzamos 2021… En lo que llevamos de año (recordemos que estamos en enero), ya se han anunciado los acercamientos de los siguientes miembros de ETA a prisiones más cercanas a sus domicilios:
- Julen Atxurra Egurola “Pototo”. Condenado por asesinatos, secuestro, depósito de armas, atentado, homicidio y detención ilegal. Entre sus crímenes figuran varios atentados frustrados, el asesinato de un guardia civil en 1986 y los secuestros de Julio Iglesias Zamora y de Ortega Lara, que permaneció 532 días retenido en un zulo. Será acercado a la cárcel cántabra de El Dueso.
- Raúl Ángel Fuentes Villota, condenado por intentar colocar una bomba en el coche de un policía nacional en Barakaldo en 1991, se traslada desde el centro penitenciario de Alicante II al de Soto del Real (Madrid).
- Zigor Orbe Sevillano, condenado por, entre otras causas, el incendio en Basauri en 1996 de un autobús, acto en el que resultó gravemente herido el conductor, será trasladado a la prisión alavesa de Zaballa, desde El Puerto III.
- Unai López de Ocariz, con condena por estragos, asociación ilícita y depósito de armas y municiones, pasará de la prisión de Daroca, en Zaragoza, a la prisión alavesa de Zaballa
- Diego Ugarte López de Arkaute, condenado por homicidio, atentado, asociación ilícita, tenencia de explosivos, depósito de armas y municiones, y falsificación de documento público. En 2005 fue condenado a 100 años y 9 meses de prisión por el asesinato de Fernando Buesa y del ertzaina que le escoltaba, Jorge Díez Elorza, cometido en 2000. Deja la cárcel de Granada por la prisión de Mansilla de las Mulas, en León.
- Ignacio Etxeberría Martín, ‘Mortadelo’. Cumple condena por el coche bomba en la plaza de la Cruz Verde de Madrid contra una furgoneta del Ejército, que causó la muerte de sus cinco ocupantes. También fue condenado a 30 años de prisión por el atentado cometido el 23 de marzo de 1992 mediante la colocación de una bomba-lapa en los bajos del coche del coronel del Ejército Manuel Carrasco, en el que murió el hijo del militar, Juan José Carrasco, cuando conducía el vehículo por la glorieta del Puente de Segovia de Madrid. Será trasladado al penal cántabro del Dueso desde Topas (Salamanca).
- Jon Bienzobas Arretxe, condenado por los delitos de asesinatos, atentados, terrorismo, y depósito de armas y explosivos, autor material del asesinato de Rafael San Sebastián Flechoso y luego también por matar a Francisco Tomás y Valiente. También tiene una condena por colocar un coche-bomba en Madrid a oficiales del Ejército del Aire en 1994. Abandonará el Centro Penitenciario Puerto III, en Cádiz, para pasar a Dueñas, en Palencia.
- Aitor Aguirrebarrena Beldarrain. Además de la condena por el asesinato del funcionario de prisiones Máximo Casado, está en prisión por matar a Irene Fernández Perera y José Ángel de Jesús Encinas, dos guardias civiles que en 2000 estaban realizando una ronda de vigilancia en el todoterreno oficial en Sallent de Gállego (Huesca). Pasará del Puerto III, en Cádiz, a la cárcel asturiana de Villabona.
- Patxi Marqués Celaya. Cumple una condena de 25 años por los delitos de atentado y pertenencia a banda armada. Deja el Centro Penitenciario Castellón II por la prisión de Zaballa, en Álava.
Pero no estamos hablando sólo de acercamientos, ya que también estamos asistiendo a excarcelaciones de miembros de la banda terrorista. En concreto, en este recién estrenado 2021, la Audiencia Nacional, ha concedido el tercer grado al etarra Antonio Troitiño, alias Antxon, autor de 22 asesinatos. Condenado a 2.700 años de cárcel por sus atentados como miembro de ETA, Antxon integró el sanguinario comando Madrid, responsable entre otros, del atentado en la plaza de la República Dominicana de la capital en el que asesinaron a 12 guardias civiles. Pues bien, el juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis Castro, con el informe favorable de la Fiscalía, ha concedido el tercer grado al histórico dirigente de ETA por “razones humanitarias y dignidad personal” debido a la enfermedad incurable que padece. Cabe recordar que este mismo juez concedió en agosto de 2012 la libertad condicional al etarra Josu Uribetxeberría Bolinaga por “principios de humanidad” y su “derecho a una muerte digna”. En aquel caso, a diferencia del caso Troitiño, la Fiscalía recurrió la excarcelación del terrorista; recurso que fue desestimado por la sección primera de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional, presidida por el magistrado Fernando Grande-Marlaska, confirmando por lo tanto la decisión adoptada por el juez de Vigilancia Penitenciaria y procediéndose a excarcelar a Bolinaga, que falleció en su casa de Mondragón dos años y cuatro meses después de la excarcelación. Podemos ver, por lo tanto, que el actual titular del Ministerio del Interior, del que depende la Secretaría de Estado de Instituciones Penitenciarias, en sus tiempos de Magistrado de la Audiencia Nacional ya consideraba necesario excarcelar a ciertos etarras por “razones humanitarias”, de forma que esto, como ya hemos señalado en ocasiones anteriores, no es nuevo.
No estamos ante acercamientos por motivos personales. No nos confundamos. Se trata de decisiones provenientes, de un organismo dependiente de un Ministerio, y, por lo tanto, decisiones políticas, que tendrán un resultado también político, en consonancia con los fines y objetivos perseguidos por la banda terrorista ETA a lo largo de todas estas décadas. Así lo ha explicado recientemente Arnaldo Otegui a los reclusos, a quien ha enviado cartas personalizadas invitándoles a afiliarse a la coalición EH Bildu. En dichas misivas, enviadas a los presos etarras (es importante recalcarlo) Otegui afirma que desde EH Bildu lograrán la consecución de una República Vasca basada en la igualdad. Fines políticos, con un papel importante desempeñado por los etarras encarcelados, no cabe duda alguna. Por finalizar debemos destacar la coincidencia en los términos empleados en estas cartas, con los empleados en el manifiesto recientemente firmado por “rostros conocidos en el ámbito y cultural de todo el Estado” que exigen el traslado al País Vasco de “los presos vascos”. Manifiesto rubricado entre otros por Miguel Urbán, Cristina Fallarás, Carlos Bardem, Guillermo Toledo y Javier Gallego “Crudo”. Tanto en la carta de Otegui como en el citado manifiesto se habla en términos exactamente iguales de la derogación de la política penitenciaria de excepción. ¿Pura coincidencia de estilos? Evidentemente no. Mismo objetivo político: sí.
Teresa Chinchetru Del Río