La Voz de Barcelona

El Tribunal Europeo de los Derechos Humanos (TEDH) con sede en Estrasburgo (Francia) ha dado por cerrado el caso de la demanda interpuesta contra el Estado por dos dirigentes nacionalistas al considerar que la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) sobre el Estatuto de Autonomía era “un atropello” a los derechos del pueblo catalán.

La demanda había sido interpuesta el 14 de enero de 2011 por el grupo El Matí, entidad afín a Unió Democràtica de Catalunya pero crítica con su líder, Josep Antoni Duran i Lleida, por considerar que el partido debe declararse secesionista, y a través del abogado Jordi Cortada y el editor Quim Torra, miembros de El Matí. Además, Torra es presidente de la entidad secesionista Sobirania i Justícia, y Cortada vocal de la misma entidad.

No cabe recurso

Según ha informado el propio Torra a la ACN y ha publicado en la web de El Matí, este lunes, el juez griego L.A. Sicilianos les ha comunicado que el TEDH ha desestimado su demanda porque “no se refiere a un litigio sobre los derechos y obligaciones de carácter civil de los demandantes ni al fundamento de una acusación en materia penal contra ellos en virtud del artículo 6 [del Convenio Europeo de los Derechos Humanos]“. Y, por lo tanto, ni siquiera se inician las correspondientes diligencias. Esta decisión es definitiva y no hay posibilidad de presentar recurso.

Sin embargo, Torra -que en los últimos años se ha caracterizado por su radicalismo demostrado en algunos artículos publicados en la prensa digital, como este del pasado noviembre y otro de 2008- ha asegurado que volverá a intentar que algún tribunal acepte una denuncia de este estilo contra el Estado: “Seguimos pensando que siempre que haya una mínima posibilidad hay que enfrentarse con el Reino de España hasta el final, sin tregua y sin vacilar”.

En su demanda, Torra y Cortada argumentaban, tal y como ha recordado el primero, que durante el proceso de las deliberaciones del TC se produjeron “filtraciones, recusaciones interesadas, caducidad de los cargos prorrogados sin ninguna justificación legal” y, por ejemplo, un alargamiento del proceso para decidir más allá de lo “razonable”.

Por estos motivos, los demandantes solicitaban al TEDH que declarasen que la sentencia del TC se dictó bajo la “infracción del derecho a un tribunal imparcial” y pretendían que el tribunal europeo considerase que la imposibilidad de los demandantes de recurrir ante el propio TC “viola el derecho a un recurso efectivo reconocido en el artículo 13 de la Convención”. Y, lógicamente, pedían que se “dejara sin efecto” la decisión del Constitucional sobre el Estatuto.

Radicalismo secesionista en torno a CiU

En su manifiesto fundacional, El Matí invita a ‘la acción conjunta de los catalanes de corazón y espíritu, y de las entidades catalanistas, para trabajar por conseguir una Cataluña soberanamente plena, espiritualmente rica y socialmente integrada y próspera’. Denuncia ‘el efecto empobrecedor moral, político y económico de la actual sumisión a España y la imposibilidad del pleno desarrollo de Cataluña y los catalanes en el marco de preeminencia, prevalencia e intolerancia del nacionalismo de matriz castellana’ y reivindica ‘el derecho de Cataluña a disponer de un estado propio’.

Similar es el manifiesto fundacional de la entidad Sobirania i Justicía: ‘Cataluña vive unos momentos de profundo malestar a causa de la sempiterna dependencia de España, cada vez más insoportable. Cataluña no es solo una nación sin estado propio, sino que, además, pertenece, por el derecho de conquista, a un estado que le es declaradamente hostil y que se vale de todos los resortes del poder para convertir España en una única nación, tal y como proclama la Constitución española. Por eso se niegan a Cataluña los derechos de nación que le corresponden y se trata de destruir este estatus mediante una política de asimilación que a veces se ha servido de la violencia’.