Y es que efectivamente desde la Fundación DENAES damos por evidente que las verdaderas razones políticas del anti-taurinismo de los diputados secesionistas catalanes tendría más que ver con la condición de «fiesta nacional» del toreo visto ahora, desde las premisas del secesionismo, en cuanto «ceremonia española», sin duda que muy cruel, que habría que procurar extirpar, por vía de su prohibición, de Catalunya a la manera como también se procura la extinción activa de la lengua española por medio de su persecución implacable en las aulas de secundaria, etc.


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La mesa del parlamento autonómico de Cataluña admitía hace pocos días a trámite una Iniciativa Legislativa Popular avalada por las firmas de 180.000 «ciudadanos catalanes» dirigida a la prohibición total y definitiva, en dicha comunidad autónoma, de las corridas de toros al aparecer estas , según la perspectiva de la animalista Plataforma Prou, como un espectáculo cruel y degradante que festejaría la tortura y muerte de un animal, etc. Dicha iniciativa abolicionista, habría salido adelante con los votos de 67 diputados catalanes provenientes, en general, de formaciones políticas nacionalistas como Convergencia y Unión, Izquierda Republicana de Cataluña o Iniciativa por Cataluña. El Partido Socialista por el contrario, así como el Partido Popular y otras formaciones representadas en la cámara tales como Ciudadanos de Cataluña, habrían venido a mantener una posición contraria a la iniciativa debatida fundada en el respeto a la libertad de los aficionados a la tauromaquia o incluso a la añeja raigambre de tal ceremonia en Cataluña, etc, etc.

Ahora bien, a nuestro juicio resulta notablemente equívoco dar por bueno que los diputados españoles que aceptaban a trámite una iniciativa de este tipo en el parlamento autonómico lo hacían principalmente en base a los supuestos derechos de los animales no humanos ( aunque no negamos desde luego que este tipo de animalismo radical haya podido prender en formaciones políticas como Esquerra, ICV o incluso el PSC) por cuanto, en todo caso, tales fuerzas políticas no habrían planteado la prohibición de otras ceremonias igualmente «crueles» que al parecer formarían parte de las más destacadas señas de identidad de la nación catalana como pueda ser el caso de los correbous, etc.

De otro modo, si de verdad tuviéramos que atribuir a la iniciativa prohibicionista admitida por Esquerra o Convergencia un sentido animalista directo, sin perjuicio de la extravagancia que podamos detectar en tales posturas, quedarían por explicar las razones por las que tales diputados no habrían propuesto asimismo la prohibición de la experimentación con animales o de la ganadería intensiva, etc, prácticas todas ellas tan crueles o aun mucho más que la tauromaquia.

Y es que efectivamente desde la Fundación DENAES damos por evidente que las verdaderas razones políticas del anti-taurinismo de los diputados secesionistas catalanes tendría más que ver con la condición de «fiesta nacional» del toreo visto ahora, desde las premisas del secesionismo, en cuanto «ceremonia española», sin duda que muy cruel, que habría que procurar extirpar, por vía de su prohibición, de Catalunya a la manera como también se procura la extinción activa de la lengua española por medio de su persecución implacable en las aulas de secundaria, etc.

Pero si ello es así, resultará asimismo algo obvio que la defensa de los toros en Cataluña no es cosa que competa sólo a los «aficionados» o que deba plantearse en función de parámetros tan abstractos como pueda serlo la «libertad individual» (puesto que en realidad no sabemos lo que esta pueda tener que ver con el problema que se discute), porque en realidad representa la defensa del mantenimiento de la conexión de Cataluña con las tradiciones comunes de nuestra nación.

FUNDACIÓN DENAES, PARA LA DEFENSA DE LA NACIÓN ESPAÑOLA