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El juez Nicolás Poveda, único magistrado de la Sección Primera de la Audiencia Nacional que votó en contra de conceder al expreso de ETA Iosu Uribetxebarria Bolinaga la libertad condicional, asegura en un voto particular hecho público este miércoles que el arrepentimiento del etarra tendría que haber sido necesario para avalar su excarcelación.

En opinión de Poveda, Bolinaga es un enfermo grave con un padecimiento incurable pero su estado no reviste «un peligro patente para la vida» por lo que, a su entender, este caso hubiera requerido de la aplicación del artículo 92.1 y 92.2 del Código Penal, que exigen la renuncia expresa a la actividad terrorista y la petición de perdón a las víctimas «como mínimo» antes de la libertad.

«Ni en la concesión del tercer grado penitenciario ni en la solicitud de libertad condicional se hace mención expresa a un peligro patente para la vida, sino a una enfermedad muy grave con padecimiento incurable», subraya el magistrado.

El juez discrepante asegura, además, que Bolinaga no sólo no ha mostrado su arrepentimiento sino que, según informes del Centro Penitenciario donde cumplía condena, «persiste en su actitud, justificando la misma».

Explica que el legislador diferenció en el Código Penal a aquellos reos que padecieran una enfermedad grave e incurable de los que se encontraran en situación de peligro patente para la vida e impuso en ambos casos condiciones diferentes.

No hay «riesgo de muerte»

Así, Poveda concreta que la actuación de sus compañeros de Sección –Fernando Grande-Marlaska, Alfonso Guevara, Javier Martínez Lázaro y Ramón Sáez Valcarcel– deja sin efecto una norma, ya que es evidente que «toda enfermedad grave con padecimiento incurable acarreará la muerte del penado en su día» aunque en el momento de analizar el estado del paciente el peligro de fallecimiento no sea inminente.

«El juez debe interpretar, no legislar, esa no es su función y en aplicación de la mera función que nos corresponde como jueces y magistrados, me reafirmo en la vigencia de la distinción legal citada discrepando por tanto, sustancialmente, pero con todo el respeto, del parecer de la mayoría», dice el juez.

A lo largo de los veinte folios de voto particular, el magistrado recuerda todos los informes médicos que obran en la causa donde se ha concedido la libertad a Bolinaga e insiste, en que, «ni una sola vez» los médicos mencionaron la expresión «riesgo de muerte» para calificar la situación del paciente. Recuerda que el penado mantuvo, además, huelgas de hambre intermitentes y negativas a los tratamientos.