La Voz de Barcelona

A poco más de una semana de su reunión con el presidente del Gobierno para plantearle su propuesta de pacto fiscal en la línea del concierto económico, el presidente de la Generalidad ha lanzado un inequívoco mensaje de ánimo y de apoyo a los participantes en la manifestación independentista que se celebrará este martes en Barcelona.

Durante su discurso institucional realizado este lunes con motivo de la Diada, Mas ha sido contundente:

“Mañana, muchos compatriotas os manifestaréis en Barcelona. Mi corazón estará con vosotros. Mi espíritu y mi compromiso, también. A mí, como presidente [autonómico] de Cataluña, me corresponde un rol más institucional, sumando afinidades, aglutinando voluntades, preservando siempre que se pueda la unidad del pueblo catalán. Sin embargo, aunque en silencio, sabed que vuestro clamor es el mío, que vuestra voz es la mía, que vuestros anhelos son los míos. Porque en definitiva, sean voces por el pacto fiscal, por el Estado propio, por el respeto que merecemos como nación pacífica y democrática que somos, o por nuestra dignidad, son todas voces que se alzan en la misma dirección: ¡más justicia y más libertad para Cataluña!”.

La “soberanía fiscal” como “acto de afirmación social”

Mas ha insistido en que el pacto fiscal -eje central de todo el discurso- “es el ejemplo más evidente y socialmente más transversal” de “la transición nacional que la sociedad catalana está llevando a cabo”. “No hay batalla más urgente ni reto más importante que la soberanía fiscal de nuestro país [por Cataluña], y más en estos momentos”, ha subrayado.

Por ello, según el dirigente nacionalista, “la soberanía fiscal es a la vez un acto de afirmación nacional y un acto de afirmación social, en la medida que los principales perjudicados por el hecho de no tenerla son las personas individuales y concretas, con nombres y apellidos”. “Aspiramos a más como nación porque aspiramos a más como sociedad, y al revés”, ha añadido.

“El presente pone a prueba nuestro patriotismo”

El presidente autonómico ha reconocido que el clima de “dificultades económicas y sociales crecientes” en que estamos inmersos es de “una dureza casi sin precedentes”, pero ha animado a “hacerle frente y plantar cara” porque, ha continuado, “por dura y larga que sea la época de adversidad que nos toca vivir, le daremos la vuelta, la superaremos y la dejaremos atrás”.

“El presente que estamos viviendo nos pone constantemente a prueba, tanto individualmente como colectivamente. Como personas y como pueblo. Pone a prueba nuestra resistencia, nuestro espíritu de superación, nuestra imaginación, nuestra creatividad, nuestro empuje, nuestro modelo económico, nuestro modelo de Estado del bienestar, nuestra generosidad, nuestro sentido del bien común y nuestro patriotismo”, ha indicado.

Cataluña está cerca de “su anhelo de plenitud nacional”

Sin embargo, ha rechazado “caer en el fatalismo o en la desesperanza” y ha animado a “luchar encarnizadamente y sin tregua, contra cualquier sentimiento de desánimo o desfallecimiento que se pueda instalar en nuestra sociedad”.

Para ello ha propuesto mirar a “nuestra historia” y ver que, “a pesar de algunas derrotas, que en algún momento podían parecer definitivas, Cataluña nunca fue, ni se comportó, como un pueblo vencido”. También ha animado a mirar “a nuestro entorno” y tomar los “ejemplos” de muchas personas y colectivos que actúan “con gran generosidad”. Por último, ha instado a mirar al futuro:

“Nunca como ahora Cataluña había estado tan cerca en su aspiración y su anhelo de plenitud nacional. Cada día que pasa, más y más catalanes y catalanas se incorporan al sentimiento y al concepto que está en nosotros, los siete millones y medio de personas que configuramos la Cataluña de hoy, a quien nos corresponde decidir libremente nuestro futuro como pueblo y como nación. También este es un sólido motivo de esperanza”.

“España se empeña en deshacer su camino”

Finalmente, Mas ha apuntado que “son tiempos de decisiones difíciles” y “no precisamente agradables”. “Nos movemos entre las incertidumbres y debilidades del proyecto europeo, y del euro, y la falta de visión y sentido de Estado que impera en España, y que impide sumar esfuerzos en un momento en el que esta suma es tan decisiva. Europa no acaba de encontrar su camino, y España se empeña en deshacer el suyo”, ha indicado.

Y ha pedido -y agradecido- “no solo comprensión, sino compromiso e implicación a todo el mundo” para “superar la tempestad” y lograr ser “una sociedad europea como cualquier otra”.