La Voz de Barcelona

“Si fuese por el lema, por el eslogan, por el motivo, Unió Democràtica de Catalunya (UDC) por la misma coherencia que saldrá a la calle a defender el pacto fiscal no podría participar [en la manifestación independentista de la Diada] porque creemos que son antagónicos, estratégicamente hablando, la negociación del pacto fiscal -que quiere decir continuar en el marco del Estado- y la independencia -que quiere decir la ruptura con el Estado-. Por tanto, queda claro que nosotros animamos a la gente a que salga, a que participe, de acuerdo con lo que el presidente de la Generalidad públicamente pidió, en defensa del pacto fiscal. Si fuese salir en defensa de la independencia de Cataluña, nosotros ahora obviamente no lo haríamos porque creemos que estratégicamente es erróneo”.

Con estas palabras, el líder de UDC y portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, ha justificado este jueves la participación de su partido en la marcha independentista del Once de Septiembre que tiene por lema ‘Cataluña, nuevo Estado de Europa’, aunque él no asistirá.

Recepción institucional

El desparpajo con el que Duran ha defendido una posición tan contradictoria sin siquiera sonrojarse ha provocado el asombro entre los periodistas presentes en la rueda de prensa. “Tenemos que ser coherentes, no podemos salir el día 11 de septiembre a defender la independencia y votar en contra en el Parlamento [autonómico] dos días después”, ha insistido del congresista.

El encaje de bolillos de UDC para no ser tildados de botiflers (traidores a la causa nacionalista) también incluye la recepción que la presidenta del Parlamento autonómico, Núria de Gispert, destacada dirigente del partido de Duran, ofrecerá en la propia Cámara autonómica a una delegación de la entidad organizadora de la manifestación secesionista, pese a que la marcha no forma parte de los actos institucionales de la Diada.

“Una manifestación de gama friki”

El cambio de actitud de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), que hace un mes consideraba la convocatoria de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) como “una manifestación de gama friki” (según ha sabido LA VOZ DE BARCELONA de un alto dirigente de la formación nacionalista), responde a una victoria del núcleo duro de la dirección del partido, que no quieren que ERC o Solidaritat puedan obtener réditos políticos de la marcha.

Este martes, el secretario de organización de CDC, Josep Rull, aseguró que su partido, a diferencia de UDC, comparte “el lema, el espíritu y el contenido” de la marcha, puesto que entroncan con el proceso de “transición nacional” abanderado por el presidente de la Generalidad, Artur Mas. Por ello, animó a la ciudadanía a asistir para “reivindicar y apelar a la libertad de Cataluña”.

UPyD acusa a Puigdemont y Vila de malversar de fondos públicos

A pocos días de la manifestación, las entidades nacionalistas y la prensa subvencionada aprietan el acelerador para conseguir movilizar la mayor cantidad de gente posible. Los organizadores de la manifestación aseguran tener apalabrados 400 autocares procedentes de toda Cataluña (lo que supone una capacidad de transporte de unas 24.000 personas), mientras que los alcaldes convergentes de Gerona (Carles Puigdemont) y de Figueras (Santi Vila) dicen haber agotado las plazas disponibles de los dos trenes fletados para la ocasión (unos 1.000 asientos).

En este sentido, y apelando a la Ley de Bases de Régimen Local, UPyD ha solicitado a la Subdelegación del Gobierno en Gerona la impugnación de los acuerdos de los ayuntamientos de Gerona y Figueras para la contratación de estos convoyes por considerar que se trata de una malversación de fondos públicos y “una apropiación de las instituciones por personas o partidos para destinarlos al cumplimiento de fines u objetivos políticos alejados del interés general”.

“Estas acciones recuerdan demasiado a otras épocas en las que se les pagaba autocar y bocadillo a quienes iban a la plaza de Oriente”, ha sentenciado el coordinador territorial de UPyD en Cataluña, Manuel Alba.