El Mundo

El portavoz del Partido Socialista de Euskadi, José Antonio Pastor, ha asegurado que si tras las próximas elecciones vascas se produce una mayoría nacionalista, no le «cabe duda» de que Euskadi va a vivir «una época de importantes tensiones soberanistas».

«Me parece muy difícil que el PNV y EH-Bildu se sustraigan a tratar de reverdecer aquellas viejas políticas identitarias de enfrentamiento, división y de fractura social que tanto daño hicieron al país», ha dicho Pastor en referencia a los gobiernos de Juan José Ibarretxe.

Porque, según ha explicado este domingo, «a pesar de que el PNV se empeña en lanzar la insidia de que los socialistas podemos pactar con Bildu, la tradición y la historia nos enseña que quien lo ha hecho ha sido el PNV».

Ibarretxe, ha recordado en este sentido, «fue lehendakari y gobernó mucho tiempo gracias a los votos» de la izquierda abertzale y hoy «tenemos un diputado general de Gipuzkoa y un alcalde de Bildu en San Sebastián gracias a la actitud del PNV».

Por eso, para el dirigente socialista, en estos momentos existe «un riesgo» de que la sociedad «vuelva a entrar en una espiral de enfrentamientos, divisiones y crispación». Esa fue, según Pastor, una «época negra» que «deberíamos intentar evitar».

El secretario general del PSE de Bizkaia se ha referido también al proyecto del PNV para alcanzar «un nuevo estatus político para el País Vasco para 2015». «Lo que conocemos de los enunciados -ha advertido- se parece muchísimo al fallecido Plan Ibarretxe. Da la impresión de que tienen que intentar contentar a una parte de su parroquia con discursos soberanistas que eviten fuga de votos hacia el mundo de Bildu».

En cuanto a los resultados de las próximas elecciones, sostiene que las encuestas «marcan una clara tendencia al alza» para su partido, por lo que cree que «el escenario está tremendamente abierto», de forma que PNV, EH-Bildu y PSE-EE van a estar «en un pañuelo».

Encuesta

Lo cierto es que según una encuesta de Sigma Dos que publica este domingo EL MUNDO en su edición impresa, el PNV y Bildu lograrían el 61% del voto de los vascos, lo que daría lugar a un Parlamento Vasco con clara hegemonía nacionalista.

El PNV, liderado por Iñigo Urkullu conseguiría entre 24 y 25 escaños, la izquierda abertzale entre 21 y 22, PSE se quedaría con 17 y PP con 12.

Las encuesta también indica claramente cual es la preferencia de los votantes nacionalistas para los posibles pactos: el 39% de los votantes del PNV prefiere pactar con Bildu y el 29% con el PSE.

Precisamente, respecto a estos posibles pactos, Pastor ha rehusado este domingo a hacer conjeturas. «Eso se hablará cuando se produzcan las elecciones, porque la aritmética puede tener muchas variaciones de aquí a entonces».

Sin embargo, ha adelantado que, tras las elecciones, el PSE-EE «hablará con todos», aunque «con EH-Bildu nos separa un abismo moral» y a partir de ahí «todas las posibilidades están abiertas».

En todo caso ha insistido en que «lo que preocupa a los ciudadanos es cómo se sale de la crisis económica y no la soberanía, la territorialidad y todas estas zarandajas de los nacionalistas».

Pastor ha valorado que estas elecciones tienen una «característica histórica», ya que es la primera vez desde la llegada de la democracia en que vamos a concurrir a unas autonómicas sin la amenaza de ETA. «Una amenaza, quiero recordar, que fue expresamente hecha contra el Gobierno de Patxi López».

«Quienes no somos nacionalistas y hasta ahora hemos tenido que concurrir con escoltas a las elecciones, en esta ocasión lo vamos a poder hacer sin ellos y eso es una verdadera igualdad de oportunidades».

Pastor ha señalado que el anuncio de cese de actividades por parte de ETA «abre un espacio totalmente distinto», aunque ha recordado que «no se han disuelto formalmente, ni han entregado las armas, y por eso hay que tener siempre un cierto espacio de cautela. Esa especie de nube negra sigue estando en el horizonte».

En cuanto a la polémica sobre la actuación a seguir con los presos de la banda terrorista, se ha mostrado tajante: «el tema de los presos tiene una solución que está perfectamente recogida en la Ley General Penitenciaria, no hay nada que inventar».

«Los presos de ETA tienen que tener claro que a quien tienen que dirigir sus exigencias es a ETA y no al Estado. Tienen que soltarse del brazo de ETA y decidir autónomamente, sin las directrices de la banda. Pero tienen que saber también que no hay soluciones colectivas, no hay amnistías y no hay indultos».

Sobre el caso concreto de Josu Uribetxeberria ha apuntado que los beneficios penitenciarios que se puedan aplicar «corresponden a un protocolo que estableció en su día Mayor Oreja, que es ahora uno de los que encabezan las críticas más duras a la actitud del Gobierno». «Todos los intentos de manipular la lucha antiterrorista desde el punto de vista electoral -ha dicho en referencia al PP- dan lugar a perversiones democráticas, y ésta es una de ellas».