Estimados amigos:

Un tema habitual en el debate político de la Nación Española desde hace ya mucho tiempo es la crisis económica. Frente a la gravedad de una crisis ya constatada como la más virulenta de la Historia reciente de nuestra Nación, una de las soluciones vislumbradas a esta depresión económica está relacionada con la crisis política que también sufre España. Se trata de la reforma urgente de un Estado de las Autonomías que resulta a día de hoy inviable y ha sido una de las causas principales de la crisis económica que padecemos.

Esta reforma del Estado de las Autonomías que numerosos expertos prescriben, se centra en aspectos tales como el excesivo número de funcionarios existentes en ramas de la administración que ya se encontraban bien cubiertas, con el consiguiente gasto público: en poco más de treinta años de democracia, el número de funcionarios en España se ha casi cuadruplicado, sin que factores como el número de habitantes hayan sufrido un incremento tal que justificara semejante medida. Más bien ese aumento de funcionarios públicos ha sido debido a la duplicidad de funciones, existencia de competencias impropias y de multitud de asesores de los que se han rodeado los políticos autonómicos. Todo ello propiciado por un Artículo 149 de la Constitución de 1978, que permite la adquisición por parte de las autonomías de competencias en principio exclusivas al estado, en virtud de que el derecho estatal será «supletorio del derecho de las Comunidades Autónomas».

Consecuencia de ello es la enorme divergencia existente entre autonomías en cuestiones de ámbito nacional como son el uso de la lengua oficial de España, el español, o los programas educativos, manifestado en legislaciones tales como el Estatuto de Cataluña; se llega a dar el caso de que los contenidos curriculares en ciertas comunidades autónomas apenas mencionan la realidad de la Nación Española, sólo para representarla como «opresora» o «postiza», en consonancia con la ideología de los partidos separatistas antiespañoles. Asimismo, en la vida pública de esas comunidades se margina o incluso se prohíbe la lengua común de todos los españoles, el español, en sustitución de lenguas regionales como el catalán. Llevada al límite, esta situación provoca que, en la práctica, las diecisiete comunidades autónomas actúan como diecisiete partes soberanas al margen de España.

En base a la situación planteada, cabe formular las siguientes cuestiones:

¿Es necesaria la reforma de la organización territorial del Estado para salir de la crisis economica?

En caso de responderse afirmativamente, ¿cómo debería articularse la reforma constitucional?

Ciudades donde se va a celebrar este Observatorio: Las Palmas de Gran Canaria, Santander, Oviedo, Madrid, La Línea de la Concepción (Cádiz), Majadahonda (Madrid), Collado Villalba (Madrid) y Sevilla.