Ciertos derechos o la asunción de competencias se aplicarán «ipso facto».


20060625183208.jpg25-06-2006-La Razón

Barcelona- ¿Ha cambiado la vida de los catalanes, una semana después de haberse aprobado el Estatut? Si lo ha hecho en algunos casos no es gracias al nuevo marco legal. De hecho, al nuevo texto le quedan tres trámites para entrar en vigor. El viernes, las juntas provinciales dieron el escrutinio definitivo. Ahora, éste debe trasladarse a la Junta Electoral Central. Luego, el Rey deberá firmar el texto para que sea publicado en el Boletín Oficial del Estado y en el Diario Oficial de la Generalitat, y, como si de una ley ordinaria se tratara, el nuevo Estatut entrará en vigor pasados 20 días desde su publicación, lo que sitúa su estreno a finales de julio.
Aún y así, no todos sus contenidos tendrán efectos inmediatos. Ciertos derechos o la asunción de competencias se aplicarán «ipso facto», aunque en algunos casos se necesitará dictar nuevas leyes y realizar nuevos traspasos de servicios y de medios. La puesta en marcha del nuevo sistema de financiación es un ejemplo. El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, a sabiendas de que la efectividad del Estatut depende de su desarrollo, no quiere esperar hasta los comicios para desplegar el texto. Se juega su prestigio.
Montilla coge el relevo. Por eso, el conseller de Economía, Antoni Castells, empezará a negociar «enseguida» con el Gobierno todas las cuestiones económicas que dependan de un pacto bilateral entre el Estado y la Generalitat. Pondrá los cimientos para crear la Comisión de Infraestructuras, la Mixta de Asuntos Económicos y Fiscales, los trabajos para la creación de la Agencia Tributaria y, si se presta, los mecanismos para fijar la contribución solidaria de Cataluña al resto de autonomías.
El sueño de Maragall era presidir la Generalitat durante dos legislaturas, una para parir el Estatut y otra para verlo crecer. Pero los intríngulis del propio parto han acabado con él. Deja la criatura en manos de otros, y a poder ser quiere que su sustituto al frente de la candidatura del PSC, José Montilla, sea quien dirija el despliegue del texto. La ejectiva del PSC tiene previsto proponer a Montilla como sustituto de Maragall. Si para algunos catalanes ha cambiado algo estos días, es que Maragall se va y deja huérfanos a los catalanistas de izquierdas.