TXAPOTE SE DESPIDIÓ DANDO VIVAS A ETA.


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La madre y la hermana de Miguel Ángel Blanco y medio centenar de personas que apoyaba a la familia del concejal del PP asesinado se han visto obligadas a abandonar la Sala en la que se juzgaba a «Txapote» y «Amaia». Habían aplaudido y reclamado justicia cuando el fiscal reprochó la indiferencia de los asesinos. En su única intervención, Txapote admitió ser miembro de ETA y reiteró las amenazas al anunciar que la actividad terrorista no va a cesar. «Reíros, reíros, que más me voy a reír yo cuando vea a vuestros hijos pudriéndose en la cárcel», decía Mariamar Blanco a los familiares de los dos etarras mientras salía de la Sala.

L D (EFE) La presidenta de la sección primera de la Sala de lo Penal, Manuela Fernández de Prado, pidió al público presente en la vista oral, la madre y la hermana de Miguel Ángel Blanco, entre ellos, que abandonaran la Sala por aplaudir al fiscal y reclamar que se haga justicia. Acompañando a los familiares de Miguel Ángel Blanco se encontraba medio centenar de personas, entre ellas Santiago Abascal, Presidente de la Fundación para la Defensa de la Nación Española, que también tuvieron que desalojar la sala. El fiscal Miguel Ángel Carballo acababa de reprochar a los dos etarras que se sentaban en el banquillo su falta de valentía por negarse a declarar y su indiferencia durante el juicio. El representante del Ministerio Público se planteó si se trataba de una «artificial pantalla para no enferentarse a la acusación y a este jucio».

Al ser expulsados, la madre y la hermana del concejal llamaron asesinos a los acusados y a los familiares que se encontraban entre el público. Marimar Blanco les dijo: «Reíros, reíros, que más me voy a reír yo cuando vea a vuestros hijos pudriéndose en la cárcel».

Antes de que quedara visto para sentencia, el etarra Txapote tomó la palabra para admitir que es miembro de ETA y reiterar las habituales amenazas terroristas. Anunció que la «lucha», como eufemísticamente se refieren los etarras al terrorismo, va a continuar mientras no se reconozca la identidad del País Vasco. Concluyó con vivas a ETA.

Orgullosos del secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco

Previo a esta segunda y última sesión del juicio, Marimar Blanco aseguró que en la primera jornada «se demostró que Txapote y Amaia estaban muy orgullosos del secuestro y asesinato de mi hermano». «Desde luego lo que dejaron muy claro es que era una cosa muy premeditada», declaró a los periodistas antes de entrar en la Audiencia Nacional.

Marimar Blanco también manifestó que el inicio del juicio ha sido un momento muy esperado, ya que «por fin se está haciendo Justicia por el asesinato» de su hermano. «Lo único que nos queda a las víctimas del terrorismo es el amparo de la Justicia, que se haga Justicia y que los asesinos de nuestros familiares cumplan una condena de muchísimos años y si fuera por nuestra parte no volverían a pisar las calles o estos suelos», concluyó.

Además, preguntada por lo que siente al sentarse al lado de los asesinos de su hermano contestó que, aunque «es algo indescriptible», le produce «muchísima rabia, odio y sobre todo más que fijarme en sus caras os puedo asegurar que en todo lo que me fijaba era en sus manos, las manos que asesinaron a mi hermano».