En el referéndum tienen derecho a votar un total de 5.309.767 catalanes -de los que 108.024 residen en el extranjero.


20060618100152.jpg18-06-2006-Periodista Digital

PD/Agencias).- El largo proceso que ha marcado en buena medida la vida política española de los dos últimos años llega hoy a su fin con el referéndum sobre la reforma del Estatuto catalán, cuyo gran reto es la participación. El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero aspira a superar el 50% de asistencia a las urnas y el 70% de ‘síes’.

Las 8.227 mesas electorales establecidas en toda Cataluña han quedado constituidas a las 8.00 horas, antes de que a las 9.00 abrieran sus puertas los colegios electorales, donde se recogerán sufragios hasta las 20 horas.

En el referéndum tienen derecho a votar un total de 5.309.767 catalanes -de los que 108.024 residen en el extranjero-, para lo que se han editado 6,58 millones de papeletas bilingües -en catalán y castellano-, 8.000 de las cuales están también en aranés, según los datos facilitados por el departamento de Gobernación.

El dato de la participación se prevé crucial en las valoraciones sobre el resultado de la consulta.

Al margen del referéndum de 1931, que los catalanes aprobaron con un 99,49% de ‘síes’ y una participación del 75,13%, en Cataluña se han celebrado tres consultas desde la transición a la democracia: la del Estatut vigente (PDF), la de la entrada en la OTAN, en 1986, y la del proyecto de Constitución europea.

La referencia más importante es la primera de ellas, en 1979, cuando un 59,7% acudió a votar y el texto salió adelante con un apoyo del 88,15%. En el referéndum sobre la Carta Magna de la UE, en febrero de 2005, la participación descendió hasta el 40,96%, con un 59,4% de ‘síes’.

Según fuentes de La Moncloa citadas por Fernando Garea en EL MUNDO, las cifras que permitirán al Gobierno dar por superada la prueba son las del 50% de asistencia a las urnas y el 70% de respaldo. Los colaboradores de Zapatero manejan datos que, en algunos casos, superan incluso dichas expectativas.

Recogida de datos más rápida

En el centro de procesamiento y difusión de datos, situado en el Parlament, se informará a las 10.30 horas de las incidencias en la apertura de los colegios, mientras que a las 14.30 se facilitarán los primeros datos de participación, que se actualizarán a las 19.00.

Dos horas y media después, a las 21.30, está previsto que ya se haya escrutado entre un 40 y un 50% de los votos, mientras que a las 22.00 horas este porcentaje habrá aumentado hasta el 80%. Siempre que sea posible, el Gobierno catalán facilitará los resultados comparados con los del referéndum de 1979.

Con motivo de la consulta popular, el Ejecutivo catalán estrenará en Barcelona un procedimiento pionero de recogida de datos, que permitirá que los representantes de la administración envíen los resultados de la votación a un ordenador central a través de un terminal móvil y agilizará el recuento.

Durante la consulta popular, los ciudadanos podrán conocer el resultado enviando un mensaje de móvil al número 7743 con las letras REF, seguido de un espacio en blanco y las letras que identifican al ámbito geográfico que se desea consultar: CAT para Cataluña y BAR, TAR, LLE o GIR para cada una de las provincias.

Efectos políticos del Estatut

La influencia del nuevo Estatut en la política durante los últimos meses ha sido notable. La ruptura del tripartito en Cataluña, la consiguiente pérdida para el Gobierno central del apoyo parlamentario de ERC, el acercamiento entre el PSOE y CiU, el distanciamiento creciente entre socialistas y ‘populares’ en materia territorial y un cierto contagio en los procesos de reformas en otras comunidades son algunos de sus efectos.

Todo ello sin contar la crispación política y mediática generada y las disensiones internas que ha causado en casi todos los partidos, desde los intercambios de opiniones discrepantes en el PSOE, con Pasqual Maragall, José Montilla, José Bono y Juan Carlos Rodríguez Ibarra como principales actores, a los que protagonizaron en el PP Josep Piqué y la dirección nacional del partido.

Tampoco se libraron CiU, cuyo presidente, Artur Mas, asumió de forma personal un papel decisivo al pactar directamente aspectos fundamentales del texto con Zapatero, ni ERC, que tuvo sus más y sus menos hasta decidir el sentido de su voto en la consulta de mañana.

Con todo, el efecto más llamativo del proceso fue sin duda la ruptura del tripartito (PSC-ERC-ICV) formado tras las elecciones de 2003 en Cataluña y que no pudo resistir los cambios introducidos en el texto por el PSOE y CiU con el apoyo de uno de los socios, IU-ICV, y la oposición del otro, ERC.