Estimados amigos:

Queremos iniciar nuestro análisis de la actualidad de la Nación Española con una noticia muy positiva. Durante la disputa de la Final de la Copa del Rey de Fútbol, celebrada el pasado 19 de mayo en el Camp Nou de Barcelona entre el Sevilla Fútbol Club y el Club Atlético de Madrid, la Fundación DENAES, sumando esfuerzos a otros colectivos afines, logró distribuir 20.000 banderas españolas entre los aficionados asistentes al estadio, además de trípticos explicativos de la importancia de los símbolos de nuestra Nación en los que se animaba al público asistente a la final copera a aplaudir tanto a S. M. el Rey como al Himno Nacional. Las enseñas nacionales ondearon en el graderío del estadio, en una muestra de sano patriotismo.

La iniciativa encontró una excelente acogida entre el público asistente, y si bien no elimina el bochornoso incidente que tuvo lugar hace un año en la Final de la Copa del Rey, cuando el Himno Español y el Jefe de Estado fueron abucheados, al menos puede considerarse un acto de desagravio a tan lamentable hecho y una muestra de que es perfectamente posible aglutinar a los españoles en torno a nuestros símbolos nacionales.

Es más, es conveniente aclarar y destacar que la iniciativa de nuestra Fundación no constituye la «politización» de un evento deportivo, pues ni la bandera de España ni el Himno Nacional son símbolos de una facción o partido enfrentado a otros dentro de nuestra Nación, sino que simbolizan a la totalidad de la Nación Española, por lo que su ostentación o exhibición, así como su homenaje, no suponen más que la expresión de un derecho y un deber constitucional, y nunca una apropiación exclusivista.

«En definitiva, y sea como fuera, los emblemas como la bandera, el himno o el escudo españoles representan a la Nación y cuando éstos son agredidos es agredida también la Nación a la que representan» (Santiago Abascal y Gustavo Bueno, En defensa de España. Razones para el patriotismo español, página 27).

Otras expectativas actuales no son sin embargo tan halagüeñas. Como noticia más reciente, hemos de destacar que prosiguen las presiones al Tribunal Constitucional a causa de la futura sentencia del Estatuto de Cataluña. Al editorial conjunto de los periódicos catalanes de hace varios meses presionando al Alto Tribunal, hay que sumar el reciente manifiesto de 62 periodistas catalanes que piden que no sea anulado tal estatuto inconstitucional, bajo la amenaza explícita de la secesión de España si finalmente el Estatuto no es respetado en su totalidad.

Las amenazas de Marruecos a las ciudades de Ceuta y Melilla prosiguen su curso: ahora se propone desde el reino alauita un diálogo para lograr que ambas ciudades españolas acaben siendo marroquíes, una forma amable de intentar anexionarse unos territorios que son españoles desde hace siglos y nunca han permanecido bajo el dominio de Marruecos.

No menos inquietantes resultan los rumores acerca de nuevos contactos entre el gobierno y la banda terrorista ETA. Contactos cuya existencia nunca ha sido negada de manera tajante, entre otros motivos porque la autorización que el Congreso otorgó al gobierno para el diálogo con la banda separatista aún no ha sido derogada. Situación que, mientras no sea aclarada convenientemente, convulsiona la realidad política española. De hecho, pone en serio peligro, como ya lo ha manifestado el Partido Popular, el actual acuerdo de gobernabilidad en el País Vasco entre las dos grandes fuerzas políticas nacionales, PSOE y PP, que tan esperanzador en los hechos y en las palabras ha resultado en el año de vigencia que ha cumplido recientemente.

Ante esta situación actual, cabe plantearse las siguientes cuestiones:

¿En qué eventos, aparte de en acontecimientos deportivos como el fútbol, puede lograrse la aglutinación de los españoles en torno a los símbolos de nuestra Nación?

¿Qué fórmulas articular para evitar que los partidos políticos puedan negociar con el terrorismo de ETA u otras facciones que amenacen la integridad de la Nación?

Ciudades donde se va a celebrar este Observatorio: Santander, La Coruña, Oviedo, Madrid, Zaragoza, La Línea de la Concepción (Cádiz), Alcalá de Henares (Madrid), Majadahonda (Madrid), Collado Villalba (Madrid) y Sevilla.