Estimados amigos:

La vuelta de las vacaciones, con los terribles atentados de ETA en la casa-cuartel de Burgos y en Palma de Mallorca aún recientes, el mes de septiembre nos ha traído dos acontecimientos a destacar por su gravedad: la denominada Diada y el referéndum separatista de Arenys de Munt, todo ello acompañado de declaraciones de tolerancia hacia el Estatuto Catalán, aún pendiente de su aprobación o reprobación por el Tribunal Constitucional tras tres años de dudoso estancamiento.

Como cada 11 de septiembre, todos los partidos políticos que operan en Cataluña celebraron la Diada, presunta efeméride en la que la independencia de Cataluña fue suprimida por la opresora España en el año 1714. Sin embargo, la Historia real es bien distinta y la Fundación DENAES, como contrapartida, publicó un anuncio en algunos medios de prensa de Cataluña con el texto exacto del manifiesto de Casanova y Villarroel, donde lo que se detalla es la rendición, ante Felipe V, vencedor de la Guerra de Sucesión Española, de unas tropas que han luchado «por la independencia y la libertad de toda España». Manifiesto que deja en evidencia la grosera manipulación histórica a la que ha sido sometida por los nacionalistas la efeméride nombrada. La celebración tuvo lugar pocos días después de que el Ministro Rubalcaba afirmase con cinismo que el gobierno no puede negar la decisión de un Parlamento soberano como el catalán, para referirse a la inminente sentencia sobre el Estatuto de Cataluña.

Pero más sorprendente aún ha sido la convocatoria de un referéndum de carácter separatista en la localidad catalana de Arenys de Munt, que se realizó pese a la prohibición judicial que recaía sobre él y con la absoluta dejadez de los poderes públicos, que debieran haberlo evitado por constituir un acto de sedición, circunstancia que los partidos nacionalistas catalanes han aprovechado para cubrirse de legitimidad con semejante referéndum.

Tomando el punto de vista de nuestro ideario, la consulta de Arenys de Munt es un genuino y claro acto de secesión pues «No existe ningún otro poder …] que esté por encima del poder soberano de la Nación, formada, precisamente, por la reunión de esas partes». Y es que «a la divergencia de una de las partes en la que se ejerce el poder soberano para constituirse, tal parte divergente, en un todo soberano se llama secesión; a la degeneración del poder soberano que lleva a la impotencia de su ejercicio se le llama corrupción (que en el límite puede conducir a la disolución de la sociedad política)» ([Santiago Abascal y Gustavo Bueno, En defensa de España. Razones para el patriotismo español, pág. 18).

Por lo tanto, el referéndum de Arenys de Munt carece de la más mínima legitimidad, al carecer de soberanía esa parte (la localidad de Arenys de Munt) que pretende segregarse de la totalidad soberana de la que forma parte, España. Un referéndum de estas características sólo podría presentarse en nombre de la Nación Española, la única entidad soberana en España, y constituye un delito que los poderes públicos, pese a una resolución judicial que desautorizaba el referéndum, no han hecho cumplir.

Pero aún así, la integridad de la soberanía de la Nación Española tampoco puede ser considerada como dependiente de una voluntad meramente coyuntural (un referéndum), pues «la «Nación» no sólo designa al Pueblo que vive en ella, sino también a los muertos que la constituyeron y mantuvieron, y a los hijos que todavía no han empezado a vivir (o incluso los que ya han nacido pero aún no tienen derecho a voto), pero que ya están, sin embargo, contemplados en los planes presentes dirigidos al mantenimiento futuro de la Nación» (Santiago Abascal y Gustavo Bueno», En defensa de España, página 148). Por lo tanto, la colaboración o dejadez con actos secesionistas, como el referéndum de Arenys de Munt antes citado, constituye un delito de lesa patria.

De hecho, el PSOE, pese a gobernar en España y Cataluña y haber podido evitar la consulta separatista de Arenys de Munt, la ha tolerado y se ha comportado como si no fuera un partido nacional. Hay que lamentar también la actitud que mantiene el PP de cortejo implícito a CIU para un posible pacto postelectoral. Todo ello hace pensar que, en caso de acceder al poder, lo único que haría el PP es heredar las actuales posiciones del PSOE en materia de política territorial.

Ante esta situación, hay que plantearse las siguientes preguntas:

¿Cómo canalizar la situación autonómica para que los partidos políticos no se sigan centrifugando?

¿Qué fórmulas pueden articularse para que los poderes públicos eviten actos de sedición como el referéndum de Arenys de Munt?

¿Existe alguna forma de neutralizar la manipulación de la Historia de España que se orquesta con efemérides como la Diada catalana?

Ciudades donde se va a celebrar este Observatorio: Santander, Oviedo, La Coruña, Caravaca (Murcia), Badajoz, Madrid, Valencia, Zaragoza, La Línea de la Concepción (Cádiz), Alcalá de Henares (Madrid) y Majadahonda (Madrid).