El filósofo Gustavo Bueno y el ex jefe de la Casa Real, Sabino Fernández Campo, forman parte de la llamada Fundación para la Defensa de la Nación Española, que se presentó ayer


Fernández Campo y Gustavo Bueno, en la Fundación para la Defensa de España

Oviedo
El filósofo Gustavo Bueno y el ex jefe de la Casa Real, Sabino Fernández Campo, forman parte de la llamada Fundación para la Defensa de la Nación Española, que se presentó ayer avisando de que España está «en serio riesgo de desaparición» y destacando que «la máxima expresión del ataque a la Constitución, la soberanía nacional y España misma es el proyecto de Estatuto catalán». Así lo puso de manifiesto Santiago Abascal, presidente de esta fundación, que cuenta con una docena de patronos de honor. Además de Bueno y Fernández Campo figuran el catedrático Jon Juaristi, el sociólogo Amando de Miguel, el eurodiputado Alejo Vidal-Cuadras o el vocal del Consejo General del Poder Judicial Adolfo Prego.

Abascal señaló que la fundación nace con la pretensión de recuperar e impulsar desde la sociedad civil el conocimiento y la reivindicación de la nación española.

El profesor universitario Francisco Caja, el historiador Fernando García de Cortázar y el párroco vasco amenazado por ETA Jaime Larrinaga también son patronos de honor de esta fundación, que pretende, en palabras de su presidente, «poner en evidencia la obsesión antiespañola promovida por los movimientos separatistas». Abascal dijo que el Estatut supone «una encubierta y agresiva reforma constitucional».